El Comedor Benéfico de las Hermanas de la Caridad de San Vicente Paúl califica de "situación de emergencia" el estado actual de este voluntariado de la Caridad de Marín, "dado el notable incremento de la necesidad tanto en las personas que se acercan diariamente al comedor, como en las familias a las que la institución benéfica ayuda". Las voluntarias explican que en determinados momentos del año, como es el caso actual, las despensas se encuentran "muy vacías", por lo que hacen un llamamiento especial a la ciudadanía, "para que aporte su ayuda especialmente en forma de alimentos no perecederos", que aumentan la cobertura del auxilio a los más necesitados.

En la actualidad, el comedor atiende diariamente a unos 80 o 90 comensales, en buena parte inmigrantes, que, además del almuerzo de mediodía se llevan alimentos para la tarde y noche en cada jornada. Como servicio complementario, se ofrecen desayunos a aquellas personas que lo solicitan, con un promedio de 12 a 15 personas diarias. Paralelamente, la institución atiende a algunas familias de forma no presencial, con el envío de bolsas de socorro con alimentos no perecederos, siempre previo estudio de su situación mediante informes recabados a los Servicios Sociales del Concello, coordinando esta ayuda con el resto de las asociaciones locales del mismo signo.

Además del servicio alimentario, el Voluntariado de la Caridad ayuda a las familias a la adquisición de material escolar y promociona a los mayores de 18 años que muestran el interés adecuado, para la obtención del Graduado Escolar a través de Radio ECCA. Otro servicio que ofrece el Comedor es el de duchas y ropero a las personas que lo necesiten.

Ayudas

La entidad cuenta con un régimen de ayudas procedentes de administraciones públicas y, sobre todo, con el trabajo altruista de las propias voluntarias que día tras día acuden el comedor para atender a los asistentes y organizar el resto de las labores de su misión.

Todo el trabajo que se realiza en el comedor es voluntario y no remunerado, a excepción de las cocineras que preparan la comida diaria que cuentan con un contrato por el tiempo que dedica a su especializada labor.

Para afrontar los gastos que genera esta institución benéfica, Xunta de Galicia, Diputación Provincial, Concello de Marín, Cruz Roja, Abanca y la orden de las Hijas de la Caridad son los principales apoyos con que cuenta el voluntariado, a los que hay que añadir la colaboración anónima del comercio local, vendedores de la plaza, frigoríficos portuarios, empresas y particulares que aportan su ayuda para hacer posible el normal funcionamiento del comedor durante todos los días del año. También reciben la colaboración de la empresa Ence, dentro del Plan Social, y con el extinto Liceo Casino de Marín, que "ha permitido renovar elementos esenciales del comedor para su mejor funcionamiento".