Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los cazadores inician las batidas de jabalí para proteger los cultivos

Armenteira y Meaño empiezan el sábado, mientras que en parroquias de Vilagarcía arrancan el domingo -En distintos puntos de Catoira y Pontevedra ya se organizaron cacerías

Una batida de cazadores de Meaño, el verano pasado. // Iñaki Abella

El maíz aún está bastante verde en buena parte de las plantaciones de O Salnés y Pontevedra, y los ataques del jabalí aún son escasos. Pero el porco bravo ya se deja ver en la zona y buena parte de las sociedades de caza han convocado para el próximo fin de semana las primeras batidas. Es el caso de las de Armenteira y Meaño, que han llamado a sus socios para el sábado, o de Karsita, de Vilagarcía, que empezará el domingo. El objetivo, en todos los casos, es el de controlar las poblaciones del animal y prevenir futuros ataques a los maizales.

El presidente de Karsita, Jesús Beloso, plantea que aunque por el momento, "no hay demasiados daños", sí se están viendo animales adultos de gran tamaño, incluso en las proximidades de lugares habituados, de ahí que sea conveniente realizar alguna cacería para evitar que la situación pueda descontrolarse. "Se han visto jabalíes en la parte del río que baja por detrás de la ITV de Trabanca Badiña y por el entorno de la iglesia de Cea", sostiene el vilagarciano.

El hecho de que el maíz esté más verde que otros años por estas fechas puede ser una de las razones de que no haya habido el rosario de incidencias de otras ocasiones. Pero eso no significa que no se hayan registrado algunos incidentes. Karsita tiene constancia de algunos en la parroquia vilagarciana de Cea, mientras que en Armenteira se denunciaron destrozos significativos en parcelas de los lugares de Castiñeira y O Busto.

El presidente de los cazadores de Armenteira, Juan José Millán, plantea que los daños, "empezaron la semana pasada". "Hasta ahora no se habían detectado". Una situación que contrasta con la de agosto del año pasado, pues a principios de mes ya se habían denunciado destrozos en Dena, Fofán, Zacande, Cabeza de Boi, O Busto, Castiñeira, Simes o Dena.

Rafael Otero, que es el presidente de O Corazón do Salnés, también anuncia que él y sus compañeros saldrán por primera vez este sábado, día 24. Aduce que en el Tecor de Meaño (territorio cinegético ordenado) aún no se han detectado problemas excesivamente graves, aunque sí se han dado ya las primeras incidencias.

Las batidas de jabalí se hacen en grupo, formados por más de una docena de cazadores. Bajo la coordinación del responsable de la batida, se forman diferentes grupos, que rastrean el territorio con perros para, posteriormente, intentar levantar el jabalí y abatirlo.

Las cacerías pueden organizarse los jueves, los fines de semana y los festivos, desde agosto hasta mediados de enero.

Catoira y Xeve

En otros territorios, el jabalí ya ha provocado problemas notables, de ahí que se hayan hecho batidas anteriores a las de O Salnés. Es el ejemplo de algunas parroquias de Catoira o Pontevedra, como la de Xeve. Los destrozos más considerables suelen darse cuando bajan del monte las jabalinas con los lechones, ya que las hembras tumban una gran cantidad de pies del maíz para alimentar a las crías, lo que propicia que remuevan una gran parte del terreno.

Ya en junio, los vecinos de Agolada -al norte de Pontevedra- intentaron desesperados frenar el avance del animal haciéndoles la espera y colocándoles jaulas. Pero fracasaron.

Abandono

Jesús Beloso, de Karsita (Vilagarcía), incide en que el abandono de la actividad agraria tradicional fomenta el acercamiento de los jabalíes a las aldeas y carreteras. Esto se debe a que al quedar una gran cantidad de fincas abandonadas, y proliferar en ellas la maleza, los animales encuentran refugio y acomodo en nuevos lugares, sin necesidad de esconderse en los montes.

Las imágenes de porcos bravos por el centro de grandes ciudades, como ha sucedido no hace muchos meses en la de Lugo trasciende la anécdota y es un síntoma más del despoblamiento y abandono del rural en que está inmersa Galicia. Esta situación genera un problema añadido, puesto que en las cercanías de lugares habitados no pueden emplearse armas de fuego. Esa es la razón de que se hayan utilizado arqueros con ballestas para intentar dar caza a los animales, que pueden ser muy peligrosos para el tráfico rodado.

Compartir el artículo

stats