Vestidos de gala, y con las capas adornadas con la concha de vieira y un bastón en mano, que caracteriza el peregrinaje, los niños son los verdaderos protagonistas año tras año de los actos en homenaje a la Virgen Peregrina. De igual modo, los pequeños que tienen la suerte de hacer el recorrido en la carroza que parte desde la Praza de España hasta la del santuario.