El inicio de las fiestas de A Peregrina se mezcló ayer con el comienzo del segundo fin de semana taurino en la ciudad, dando como resultado un gran ambiente a lo largo de todo el día por las calles de la Boa Vila, especialmente en su casco histórico.

La inestable meteorología favoreció la presencia de numerosos turistas en la ciudad del Lérez, que cambiaron la playa por el asfalto para disfrutar de unas fiestas locales cargadas de actividades y opciones para todas las edades.

Conforme fue avanzando la tarde, Pontevedra adquirió cada vez más color. La corrida taurina fue el reclamo para muchas de las peñas más tradicionales, mientras que las más juveniles invadieron el casco histórico para iniciar la larga noche de fiesta todavía de día.

Santa María y el Teucro acabaron por abarrotarse desde primera hora de la noche grande de las fiestas, que se alargó hasta altas horas de la madrugada y tendrá continuidad a lo largo del día de hoy, con el último festejo taurino y de las peñas.