Nacido en la posguerra y tras haber llegado al mundo del periodismo de una manera casual, Jesús Rodríguez alias "Observador" es uno de los periodistas deportivos que mejor reflejaban la pasión por el deporte en la ciudad de Pontevedra durante casi medio siglo.

-¿Cómo recibió el anuncio de que había sido elegido por la Asociación "Amigos de Pontevedra" para recibir uno de sus galardones?

-Cuando me dijeron que la asociación me iba dar uno de los premios, lo recibí con sorpresa y con alegría, no me lo esperaba.

-¿Qué supone para usted un reconocimiento que premie su carrera como periodista y también por su contribución a la ciudad?

-Evidentemente es un premio a la labor de toda una vida profesional, entonces lo coges con satisfacción y con el honor que supone que una Asociación como "Amigos de Pontevedra" te conceda un galardón de este tipo. Además, ya no solo es mi carrera profesional, sino por haber trabajado en un periódico como el Diario de Pontevedra, escribiendo sobre política, cultura, sanidad, deportes de todos los ámbitos me ha permitido hablar sobre el valor deportivo de la ciudad.

-¿Había recibido algún premio de este tipo anteriormente?

-Un premio como este nunca me lo habían entregado, tengo dos premios especiales de la Federación Española de Balonmano y la insignia de Oro de la Federación Gallega de Balonmano, aunque también tengo reconocimientos en otros deportes. De parte de la Diputación de Pontevedra tengo dos premios, uno por la labor en el deporte y otro en cultura. Además, el Teucro me entregó una insignia de Oro por mi defensa de este equipo.

-¿Cómo se dio cuenta de que el periodismo era a lo que se quería dedicar?

-Pues yo no sabía que acabaría ejerciendo de contador de historias en un periódico cuando tenía 13 años y trabajaba como ayudante de camarero en el Café Moderno. Además, después me apunté voluntariamente al servicio militar pensando que iba a terminar mi carrera siendo militar profesional, pero no me gustó y me volví a Pontevedra, a mi oficio de camarero en el Café Moderno. Pero surgió la oportunidad de trabajar como ayudante de corrector y de ahí me subieron para la redacción, porque creyeron que yo podía servir para contar historias y así comenzó todo. Yo nunca hubiera pensado ser periodista o profesional de la información.

-¿Por qué cree usted que sus crónicas de balonmano eran tan conocidas?

-Porque el balonmano fue siempre un deporte de primera línea en Pontevedra y siempre se vivió de una manera especial. Pontevedra es la capital de Galicia del balonmano y siempre lo fue. Es más, la S.D. Teucro es la segunda más antigua de España y el año que viene cumple 75 años de historia, ni los más importantes pueden decir que tienen tan larga trayectoria. Además, he vivido con ese equipo toda mi vida y supongo que ese cariño se reflejaba en los artículos.

-¿A qué se debe el alias de "Observador"?

-Pues se debe a que me lo puso un compañero que se llama Alejandro, que trabajaba conmigo en la redacción. Yo no sabía cómo firmar y hablando sobre posibles nombres a él se le ocurrió ese seudónimo de "Observador".

-¿Cree usted que el periodismo ha cambiado?

-Si desde luego que sí, porque al cambiar las técnicas, cambia también la forma de trabajar. Antes se hacía todo a bolígrafo y magnetofón, ahora desde un teléfono móvil. Por ejemplo, yo antes para hacer una crónica de un partido tenía que hacerla a máquina y pasarla a corrección, ahora ya va todo seguido, mandas la crónica y ya aparece en la página.

-¿Cómo fue recibir la insignia de oro de la Federación Gallega de Balonmano y dos placas de plata de la Federación Española?

--Pues todos los premios se agradecen, se cogen con alegría. Aunque en este caso, creo que me voy a emocionar más de la cuenta, porque es un premio de mi ciudad, que reconoce mi trabajo de tantos años.