El Concello de Pontevedra ya cumple a día de hoy los objetivos fijados por la Xunta de Galicia en la Estratexia Galega de Economía Circular, siguiendo las directrices de la Unión Europea para el año 2030, en los tres principales ámbitos de competencia municipal como son el urbanismo, la gestión de los residuos y la gestión del ciclo del agua. Así lo anunció ayer el concejal de Ordenación do Territorio e Mobilidad, César Mosquera, tras explicar que el documento entró ayer en el Registro del Concello y que establece un período de un mes para realizar aportaciones.

En un primer análisis, César Mosquera aseguró que "la sensación general es que es un documento relativamente timorato". El concejal hizo hincapié en que "estos tres aspectos que fueron polémicos en Pontevedra, y que alguno aún es ahora, los recoge clarísimamente y sin ningún tipo de duda porque es lo que toca desde el punto de vista normativo y es el camino en el que hay que ir" y recordó que el paquete de economía circular de la UE ya es del año 2015 y la directiva de residuos de 2008, documentos que ya indicaban este tipo de tendencias. "Ya se veía hace muchos años que no podíamos seguir generando residuos indefinidamente porque, además de ser un desperdicio económico, es un atentado ecológico y que eso se iba a traducir en normativa", indicó Mosquera.

En el apartado de "Urbanismo, edificación y obra pública" el documento de la Estrategia recoge, entre otras propuestas, "posibilitar la movilidad no motorizada y el uso de transporte público, ofreciendo recorridos eficientes y seguros para la movilidad peatonal y en bicicleta; y mejorar la calidad y el confort de los espacios abiertos de las villas y ciudades, como incentivo de su uso en tiempo de ocio y alternativa a la climatización artificial".

Vehículos

El objetivo que marca el documento en este apartado es situar en el 20% el uso del vehículo privado en las ciudades para el horizonte de 2030, así como aumentar la biodiversidad urbana en un 30%. Un ámbito en el que Mosquera afirmó que "Pontevedra ya lleva trabajando bastantes años, y ese objetivo ya lo tenemos prácticamente cumplido, en todo caso si se pasa a documento normativo habría que echar las cuentas exactas".

Residuos

En la gestión de los residuos el objetivo propuesto en la Estrategia pasa por una apuesta total por el compostaje de residuos in situ. Textualmente el documento recoge como objetivo "promover y maximizar el uso de diferentes modalidades de compostaje in situ, buscando el mínimo transporte tanto de los residuos como de los fertilizantes obtenidos y garantizando la máxima calidad ambiental; los proyectos deberán reducir la huella ecológica del ciclo del tratamiento de los biorresiduos, reducir la generación de residuos (prevención) y el consumo de fertilizantes externos".

Como instrumentos cita, entre otros, la "promoción del compostaje individual o comunitario en núcleos urbanos consolidados, o el compostaje en centros educativos". En este caso el objetivo fijado para el horizonte de 2030 es un 15% de los biorresiduos gestionados mediante compostaje in situ. En Pontevedra, según indicó Mosquera, "si no estamos ya en ese 15% estamos muy cerca y, en todo caso, es un objetivo muy bajo". César Mosquera recordó además la posición sobre el compostaje in situ de la oposición de la corporación municipal durante su implantación en el pasado mandato y como contrasta con el documento que promueve ahora la Xunta.

Ciclo del agua

El tercero de los ámbitos de competencia municipal que recoge la Estrategia es la gestión del ciclo del agua. En este punto, el objetivo es la reducción de las fugas del agua en la red de abastecimiento y alcantarillas y para eso indica varias líneas de actuación, como la sustitución paulatina de tuberías, la instalación de sensores en puntos clave, o el control telemático de los sensores instalados. El objetivo fijado para 2030 en el documento es reducir hasta el 20% el porcentaje de agua no registrada. Mosquera explicó que se entiende por "agua no registrada" la diferencia entre la que se capta y la que se consume, y que en el caso de Pontevedra ese porcentaje se sitúa en el 13 o 14%.