El próximo sábado, coincidiendo con el arranque de la semana grande de las fiestas, también abrirá sus puertas la Feira do Mel. Se celebrará en la calle Sierra bajo unas haimas e incluirá "además de por supuesto el mercado de miel, otras ofertas como un mercado de productos ecológicos artesanales, talleres de extracción de miel, de pintado de piedras y talleres para niños y mayores", recuerda la concejala de Promoción Económica, Yoya Blanco.

Ésta encabezó ayer la presentación de la feria, un acto que tuvo lugar en el Mercado (frente a cuya puerta principal se instalarán los estands) y en el que también participaron el presidente del Centro Comercial Urbano (CCU) Zona Monumental, Miguel Lago, Luz Gómez y Claudio Fraga, ambos de la organización de la feria.

Ésta llega a su 28 edición y además de miel ofertará otros productos apícolas como polen, jalea real, propóleo, caramelos artesanos etc. Con todo, será la miel de eucalipto (reconocible por su color más claro) la que de nuevo tenga una mayor presencia, al tratarse de la predominante en la costa de Pontevedra y Coruña.

"Este año nos ha favorecido la climatología y tenemos una buena producción de miel de eucalipto. También tenemos algo de castaño o silva, pero realmente aquí en la costa lo que nos da una producción asegurada es el eucalipto", recuerda Claudio Fraga.

También podrán adquirirse en la feria (que abrirá de 10 a 14 y de 18 a 22 horas) cosméticos realizados a partir de productos de la colmena como cremas y productos a base de ceras.

Así, entre las actividades complementarias figurará un taller "en el que un cereiro explicará cómo se fundía antiguamente la cera, como se utilizaban moldes para hacer figuras etc", indica la organización.

A mayores de las haimas donde se celebrará la feria, se habilitará ante la Plaza un espacio para la realización de talleres, conferencias, talleres y otras actuaciones previstas a lo largo de la semana.

En paralelo a la Feira do Mel, se celebrará el mercado Emrede, con productos locales, artesanales y ecológicos cuyos cultivadores y elaboradores, al igual que los apicultores, contribuyen a conservar el mundo rural y a mantener la biodiversidad. Así, se venderá cerveza, panes o embutidos artesanos, aceite de oliva ecológico, joyería de autor, quesos de cabra, oveja o vaca, así como zuecos elaborados por un artesano zoqueiro.