"Rexas. Mulleres baixo o terror franquista", la exposición con la que la Diputación de Pontevedra está recorriendo la provincia para reconocer y dignificar las figuras de las mujeres represaliadas, resistentes y solidarias tras el alzamiento fascista de 1936, se inauguró ayer en O Casal de Ferreirós, donde seguirá abierta hasta el próximo 24 de agosto.

Consta de 80 fotografías y 172 pontevedresas de muchas villas que recogen los ejemplos de la represión infligida por el franquismo: Elvira Lodeiro y Consuelo Acuña, fusiladas en diciembre de 1936 tras ser detenidas por esconder fugitivos en Salcedo; Josefina Arruti, presa por ser la esposa del primer alcalde republicano de la ciudad, Bibiano Fernández Osorio Tafall, o Custodia Gama, detenida, rapada y obligada a barrer las calles de la capital con un cartel que ponía "Comunista" colgado del pecho y la espalda; en este sentido, Poio y en general la provincia de Pontevedra conforman un protagonismo más que evidente.

En el acto presentado por la concelleira de Cultura de Poio, Raquel Rodríguez, también participaron la diputada provincial de Memoria Histórica, María Ortega Iñarrea; el alcalde, Luciano Sobral, y la periodista, escritora y comisaria de la muestra, Montse Fajardo Pérez, que condujo una charla sobre la represión de las mujeres tras el golpe de Estado del 36.

Por su parte, la diputada provincial de Memoria Histórica y organizadora del evento manifestó su satisfacción por comenzar su trayectoria pública dentro de la Diputación con este acto, cuestión que, según dijo, "é fundamental manter nun primeiro plano" desde las instituciones por justicia y por reparar y dignificar a las personas perseguidas, asesinadas, encarceladas y represaliadas.

María Ortega subrayó que "Rexas" pone el foco en las mujeres que, por su condición, sufrieron una doble represión. "Elas sufriron un maltrato moito máis duro que os seus homes tras o alzamento, xa que, ademais de soportar os asasinatos das súas persoas máis achegadas, o réxime tamén as castigou sen poder choralas", dijo, para añadir que no solo se buscaba y castigaba a las mujeres significadas política o sindicalmente, sino también a las familiares de hombres perseguidos, que fueron vejadas, degradándolas con actos de corte sexista.