Las estadísticas de El Juli son apabullantes: 3.619 toros lidiados, 2.703 orejas, 93 rabos, 898 salidas a hombros? A punto de concluir las 20 primeras temporadas de este siglo si un nombre es sinónimo de éxito es el suyo. No en vano se ha mantenido siempre en estas dos décadas a la cabeza del escalafón y como absoluto triunfador durante 12 años, un intensísimo periplo en el que, cuenta, ha habido "momentos felices, muy duros, épocas de inseguridad, transición, y al final queda sabor y magia". El próximo día 11 volverá a la feria de Pontevedra en una tarde en la que compartirá cartel con Morante de la Puebla y José María Manzanares.
- El pasado año celebró sus 20 años de alternativa ¿en qué momento se encuentra actualmente?
-Creo que la felicidad y tranquilidad que tengo fuera del ruedo se transmite en la plaza. Quizás sin la regularidad estadística de hace años, cuajo muchos más toros como yo siento.
- ¿Descarta por fin la retirada? ¿Cómo se plantea el futuro?
-Llegará claro, pero no sé cuándo. Todavía siento en mi interior que tengo cosas que ofrecer de mi tauromaquia. Tampoco me lo planteo, no es algo que me preocupe ahora.
- Ha sido niño prodigio, es una gran figura, lo han herido... ¿Qué recuerda especialmente y qué le gustaría olvidar?
-Los malos momentos me han servido para superarlos y fortalecerme cono torero y como persona. Por lo que no desecho nada de mi vida. Los mejores momentos son aquellos en los que te expresas como sientes y eres tú delante de un toro.
- ¿Son las cornadas (en su caso 15) lo peor?
-Duelen, claro, pero también el salir de una tarde sin que hayas sentido nada.
- He leído que las muertes de Barrio y Fandiño le hicieron replantearse todo ¿Qué piensa actualmente de su profesión?
-La muerte siempre está ahí, aunque no es algo en lo que pienses frecuentemente pero esas desgracias recuerdan a todo el mundo la importancia de lo que hacen los toreros
- Ordóñez afirmaba que un torero ha de estar dispuesto a morir unas 5 veces, pero una gran figura en este momento ha de mantener esa disposición al menos el 80% de las ocasiones en las que sale a la plaza ¿se aprende a vivir con esa presión?
-Son muchos años ya y sí, la responsabilidad no desaparece aunque con el tiempo aprendes a relativizar, a que no te afecten tanto las cosas como cuando empezabas.
- ¿Se torea hoy mejor que nunca?
-Técnicamente es evidente que la evolución está ahí, y ha evolucionado el toro y la forma de torear, aunque el sabor, la torería, es eterna.
- ¿Qué lo motiva a salir a la plaza?
-El poder mostrar en un plaza el toreo que tengo en la cabeza.
- Sigue en la cabeza del escalafón ¿no le sorprende?
-Pues sí... ha sido algo circunstancial porque hace tiempo ya que no miro los números sino la sensaciones.
- ¿Y no le cansa? ¿Cómo es el entrenamiento diario de una figura del toreo?
-Lo concibo con la responsabilidad que aprendí desde pequeño y el día que no estoy toreando o tentando en el campo hago deporte y entreno de salón, pues le doy mucha importancia.
- ¿Qué experimenta al ver a las figuras emergentes?
-Mucha satisfacción que salgan toreros que al fin y al cabo son los que tendrán que tirar del toreo en los próximos años. Creo que hay una generación fantástica de toreros jóvenes con un gran futuro y presente.
- ¿Se acostumbra uno a la exposición mediática que usted experimenta?
-Sí, lo he vivido desde pequeño y no es agradable, pero de alguna forma te acostumbras. Pero sí, trato de evitar que mi familia pase por eso.
- ¿Qué tal lleva lo de las redes sociales?
-A ratos. No soy constante, pero redes como Instagram las sigo y me entretienen.
- ¿En qué situación está hoy la fiesta de los toros?
-Compleja, aunque afortunadamente cuando se hacen bien las cosas la afición está ahí y sigue siendo un espectáculo de masas. Aunque desgraciadamente ciertos movimientos políticos han hecho mucho daño.
- En el caso de la feria pontevedresa ha tenido que reducir festejos...
-No lo conozco, ojalá se pudieran dar muchos más, pero valoro también que prime la calidad de los espectáculos.
- Diego Ventura afirmaba ayer en FARO que uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el mundo del toro es el desconocimiento, que nadie sabe qué es ¿comparte esta opinión?
-Totalmente. Es algo que gran parte de la sociedad desconoce y se deja guiar por gente que habla sin tener, en muchos casos, un conocimiento básico. Es labor de todos el dar a conocer un mundo tan inmenso como la tauromaquia.
- ¿Recuerda la primera vez que hizo el paseíllo en Pontevedra?
-Claro. Apenas tenía 16 años la primera vez que vine a Pontevedra pero el ambiente que se sintió y cómo me acogieron desde el principio no lo olvidaré nunca.
- ¿Conoce la ciudad? ¿En general le da tiempo a visitar las ciudades en las que torea?
-Eso menos la verdad. Son fechas de muchos festejos y apenas te da tiempo a visitar los sitios donde toreas. Aunque es uno de los sitios que me gustaría conocer más profundamente cuando me retire.
- ¿Le gusta la plaza? ¿Qué opina de la afición?
-Es un ambiente festivo en el que también quieren ver torear bien. Cuando se crea esa comunión en Pontevedra entre el toro, el torero y el público, nacen tardes maravillosas.
