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Diego Ventura: "He rozado la perfección en la plaza que soñaba de niño"

"Es triste que no se conozca la realidad de la fiesta; lo que es para tantas familias y los animales"

El rejoneador Diego Ventura, que vuelve este año a la feria de Pontevedra. // diegoventura.com

Un año después de su triunfo en Pontevedra, Diego Ventura vuelve a la plaza de San Roque, donde protagonizará la primera de las corridas de toros de la feria capitalina. El festejo se celebrará el próximo día 10 y el jinete (que en lo que va de año suma 22 puertas grandes y 71 orejas) compartirá cartel con otro conocido de la afición capitalina, David Fandila "El Fandi", y con Pablo Aguado, revelación de la feria de Sevilla y de San Isidro.

- ¿Cómo ha transcurrido este año?

-Pues la verdad es que prácticamente igual que siempre. En mi mundo, haciendo mis temporadas, triunfando. Y no es fácil año a año mantenerse ahí arriba y triunfar a diario, pero es lo que he buscado, mantenerme en la misma sintonía que el año pasado.

- ¿Cómo es el día a día de un rejoneador?

-El día a día es entrenar ocho o nueve horas diarias, porque son muchos los caballos que hay que entrenar y además porque son unos atletas y tienen que hacer ejercicio todos los días, a diario hay que moverlos. Además aquí en la finca tienes la yeguada, tienes potros, la ganadería de bravos que también es un trabajo. Y eso te lleva todo el día, desde las 8 de la mañana que empieza el trabajo hasta terminar muchos días muy tarde pero, bueno, son cosas que a uno no le pesan porque puedes vivir de lo que es tu hobby, tu vida, tu pasión. Y lo haces con gusto porque es echarle horas a lo que te ha gustado siempre y es tu vocación desde niños, así le dedicas las horas que le dedicas y después están los resultados en la plaza.

- ¿Ha decido la cuadra que traerá a Pontevedra?

-Como sabe la mía es una cuadra muy extensa, de 20 caballos, y un día o dos antes sabré cuáles son los diez que van a Pontevedra. Por supuesto estarán las estrellas, como Dólar, y caballos consagradísimos como Fino o como Lío, pero también siempre me gusta mezclar algún caballo joven para que la gente lo vaya conociendo.

- ¿Con cuántos caballos torea en estos momentos y cuántos incluye su cuadra?

-Toreando en plazas tengo 25 pero en total, entre yeguas, potros y caballos jóvenes, son alrededor de 100, son muchos los que criamos.

- ¿Un caballo torero es un milagro?

-Si, muy raro, necesitas muchas horas de trabajo. Sobre todo si hablamos de caballos de este nivel, de figuras, porque es como todo, no es lo mismo conseguir jugadores de fútbol para los principales equipos del mundo que para otras ligas. Y conseguir caballos para las primeras figuras no es nada fácil, necesitan muchas horas de entrenamiento, muchas, para que puedan llegar a ser ese milagro, grandes cracks.

- ¿Cómo se seleccionan?

-La selección se empieza mucho antes de que nazcan, con la genética, con su familia, tiene que ser de una familia de líneas toreras, que hayan toreado y sobre todo sean de líneas que a nosotros nos gusten. Hay muchas líneas de torear pero siempre algunas transmiten más que otras. Después está la morfología del caballo, que también es importante. Y luego está la doma, que es vital, hay que darle un tiempo de doma, primero de una doma clásica, de base, y luego lo que es la doma con el carretón, con las vacas y hasta llegar a confirmarse con el toro. Todo ello supone ir paso a paso, con mucha paciencia y, sobre todo, teniendo presente el tiempo, sabiendo esperar.

- ¿Qué es lo que le asombra de sus caballos?

-Sobre todo lo que me hacen sentir. Un caballo de torear el gran público muchas veces lo ve muy bonito, muy domado; sienten grandes cosas cuando lo ven torear, pero para mi es mucho más, es parte de mi familia porque convivo a diario con ellos. Además son parte de mi triunfo, fundamental además, sin ellos no sería nada. Y sobre todo pienso en lo que me hacen sentir toreando,. Cuando tienes una actuación importante hay momentos en los que la sensación es única, a veces a caballo no me cambio por nada ni por nadie porque él me hace sentir muy especial. Cuando estás delante de un toro, de un animal que conlleva ese riesgo, y solo con tu pensamiento ya logras que el caballo esté a tus órdenes y sea capaz de resolver, es una sensación muy bonita y que se mantiene con los años y el tiempo.

- ¿Son tan valientes como aparentan o lo que tienen es una confianza absoluta en usted?

-Ellos tienen que tener un punto de valentía, pero también un punto de respeto hacia el toro, porque si no se dejarían coger y podrían tropezar. Tienen que tener ese punto de valor para salir delante del toro pero también tienen que respetarlo. Y en ese momento es donde entra la confianza con el hombre, gracias a esa confianza que tenemos con ellos podemos llevarlos al sitio y que ellos estén seguros con nosotros. Saben que está ahí el peligro pero que van seguros, que los ponemos en los terrenos que creo que se merecen, pisando terrenos muy comprometidos pero siempre haciendo la suerte que le hemos enseñado y en la que se sienten tan a gusto.

- ¿Podría elegir favoritos?

-Es difícil, no es fácil elegir favoritos porque son como tus hijos, no puedes quedarte con uno solo. En una familia numerosa es muy difícil escoger a uno solo y en este caso para mi es prácticamente igual, es mi familia y quedarme con uno solo no podría. Es que además en la lidia de un toro hay tres tercios fundamentales, como son el tercio de recibir, el de banderillas y el último tercio. Los tres son muy importantes, porque un toro cuando se recibe si no se castiga bien y si no se ahorma para que el caballo de banderillas pueda lucir es un gran error. Y si el caballo de banderillas no está bien pues también es un gran error y si el caballo de matar no te asegura esa suerte también es un fracaso. Entonces los tres que participan en cada una de las suertes son fundamentales. En toda la cuadra hay caballos de salida, de banderillas y del último tercio y no te puedes decidir por uno solo porque cada uno tiene su papel y todos son fundamentales.

- ¿Ha cuajado ya la faena que esperaba?

-Bueno, siempre uno quiere más. Sí es verdad que he rozado por momentos la perfección en la plaza que soñaba de niño con tener. Por ejemplo aquel rabo de Madrid, o actuaciones muy rotundas como el indulto de Murcia o muchas actuaciones que he tenido en estos dos últimos años y en las que he rozado eso que tenía en mi cabeza. Pero es verdad que uno siempre quiere más, siempre mejorar e innovar, y mientras que uno tenga esa ilusión el techo estará lejos y siempre habrá cosas nuevas que al público le puedan impactar.

- La feria taurina de Pontevedra no vive sus mejores momentos?

-Es un momento difícil para todos en el mundo del toro. Los políticos no ayudan, hay subvenciones para todo en España, como puede ser el teatro o el cine y muchas otras cosas de ocio, pero para los toros no hay prácticamente ayudas. Cada vez se reducen más corridas porque los gastos de montar una son muy elevadas y al no tener ningún apoyo cuesta trabajo, no resulta nada fácil. Es verdad que estamos notando que cada vez hay más gente joven en los toros, que eso es una parte muy positiva, pero sí que hay ciertas ciudades que por no tener una gran tradición, o por no tener toreros en la ciudad, o por carecer de ganaderías cercanas, pues no se sabe bien lo que es la fiesta. No se sabe lo que nosotros hacemos por los animales y lo importante que es la tauromaquia para la vida de muchas familias. Es triste que no se conozca la realidad de la fiesta, lo que es para muchas familias y para los animales.

- A su cuadra ha sumado una ganadería de reses bravas

-Si, también tenemos ganadería de bravos, unas 150 madres. Poco a poco, desde hace 7 u 8 años para acá, empezamos con esa aventura, algo que es muy difícil. Es muy difícil ser ganadero de bravo, también muy costoso, pero gracias a la afición que le tenemos seguimos adelante. Mi vida ha sido el mundo del caballo y del toro y creo que tenemos la obligación de entregarnos a ello y de reinvertir el dinero que ganamos toreando en criar animales, que no se pierda la especie y que haya cada vez más ganaderías.

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