El grupo municipal del Partido Popular de Ponte Caldelas manifestó en el Pleno municipal celebrado ayer su "preocupación" por la situación económica del Concello tras el cierre de cuentas del ejercicio de 2018 que arroja un déficit presupuestario de 1.114.288,89 euros lo que provocó la intervención del Ministerio de Hacienda imponiéndole al equipo de gobierno la realización de un Plan Económico Financiero durante dos años, y de supervisión trimestral, para ver si se revierte esta "pésima situación".

Los ediles populares consideran "demoledor" el informe del Interventor Municipal en el que se evidencia que la precaria situación económica del Concello se debe básicamente a la utilización del remanente de tesorería y a la suscripción de créditos con la Diputación y con el BBVA como las principales causas del desfase del gasto corriente al margen del inicialmente previsto en los presupuestos municipales aprobados por el grupo de gobierno para el año 2018.

Según el portavoz del PPdeG, Antón Xil, "la culpa del Plan Económico Financiero está en la "nefasta gestión de Andrés Díaz y en el déficit presupuestario de 1.114.288 euros".