Buena gastronomía, en este caso a partir de una receta de asado, y anfitriones generosos. Son dos de los secretos del Carneiro ao Espeto que más repiten los que acuden a la carballeira de Santa Lucía para renovar un encuentro que es ya una tradición de medio siglo.

José Silva, vecino de Os Milagres de Amil, es uno de los generosos que año tras año (en su caso desde hace 25) suman esfuerzos desinteresadamente para sacar adelante la fiesta. Solo en las parrillas son diez trabajando desde las 5 de la madrugada. "Máis ou menos somos sempre os mesmos, pode vir algún máis novo ou así pero habitualmente repetimos. Ao frente está Jesús García e o resto somos compañeros e veciños de aquí".

Es uno de los que recuerda la antigua Festa da Xuventude con degustaciones de sardinas y mejillones que dio paso en los años 60 al Carneiro ao Espeto. Para desarrollar la fiesta gastronómica se acudió a una receta que había tenido éxito en Moraña desde los años veinte.

"Un morañés jubilado en Argentina, junto a un mozo argentino, preparaban varias comidas campestres en las orillas del río Umia, en las que asaban carneiros al estilo pampero", explican desde el Concello. El éxito fue rotundo, añaden, y "se convirtió en una tradición típicamente morañesa a lo largo de los años pues se degustaba en todas las celebraciones (bautizos, bodas, fiestas patronales, etc.), lo que motivó a los responsables de la Festa da Xuventude a organizar una fiesta gastronómica".

Distintos momentos de este recorrido histórico aparecen documentados en la exposición que pudo contemplarse en días pasados en la Casa da Cultura y que el fin de semana se trasladó a la carpa de la Praza do Concello. Entre los que tuvieron oportunidad de contemplarla, la diputada Ana Pastor y el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, a los que acompañó la anfitriona, la alcaldesa de Moraña Luisa Piñeiro, en la visita institucional.

Por lo demás en sus bodas de oro la fiesta repitió todos sus ingredientes: cientos de comensales, música, buen humor, esos diez especialistas en asado con décadas de experiencia y comida como solo los galaicos entendemos la mesa. A reventar vamos.

La cosa empieza ya con la declaración de intenciones: en la fiesta no se vende medio lote o el carneiro por partes, quien venga que se traiga a otros 19. La idea es que bien pueden los galaicos con el lote: un carneiro asado ó espeto de 12 a 14 kilos, una empanada de zorza, otra de bacalao con pasas, 4 molletes de pan y 12 botellas de vino.

Doce botellas de agua mineral, salsa para el asado, café y aguardiente, además del servicio completo de mesa, completan el lote, que sale a la venta por 300 euros y que la práctica totalidad de las peñas completan con ensaladas, todo tipo de entrantes, postres, chupitos... Lo escrito, a fartar, De ahí el trasiego de bolsas, envases y neveras durante la mañana.

En esta ocasión fueron 207 los carneiros que se asaron desde la madrugada para que estuviese todo a punto en el sorteo y reparto de los lotes, pasadas las dos de la tarde. "Todo estilo moi medieval", resumen desde la parrilla.

En las inmediaciones, cientos de grupos procedentes de las cuatro provincias gallegas. No pocos quedan desde hace años para participar en la fiesta, que anotan edición tras edición en sus agendas para el último domingo de julio.

A mayores de estas peñas con al menos 20 comensales, participan en la fiesta cientos de grupos más reducidos y familias, que optan por degustar el carneiro en los bares de Moraña. En total, el Concello estima que durante el fin de semana participaron por las distintas actividades de la fiesta de interés turístico unas 20.000 personas.

Y tras una larga sobremesa de chupitos y debates, música de charanga, un programa de televisión grabando en directo o torneos de fútbol, aquellos que conservaban fuerzas o que las repusieron con siestas bajo los árboles todavía pudieron disfrutar de la música del gaiteiro Oscar Ibáñez (acompañado de su banda de directo y numerosos amigos) y de la orquesta París de Noia. En la parrilla y en las mesas estábamos de acuerdo: "Nós sí que sabemos de festas".