La 27 edición del Festival Internacional de Jazz e Blues de Pontevedra ha dejado un excelente sabor de boca a la organización. No duda de que ha sido "muy exitosa", afirma, con actuaciones que "van a quedar en la memoria de la gente, especialmente la de Jose James, que exhibió toda su capacidad vocal, que es enorme, y volvió a asombrar por cómo mezcla de un modo único jazz puro con funk o hip hop. Igual puede decirse del espectáculo tremendo que dio Judith Hill; y lo de Joey DeFrancesco fue una demostración de su virtuosismo con el órgano".

Tras las figuras internacionales, anoche fue el turno de Gabriel Peso, pontevedrés que "actuó por primera vez en el Teatro Principal con 4 años. Su destino estaba marcado", recuerdan los programadores a propósito de este autor en el que "predominan la melodía y el lirismo, así como una fusión de jazz europeo con raíces de la música gallega".

El padre de Gabriel Peso es instrumentista del grupo de música Os Alegres, una tradición musical familiar que explica que este artista de cabida en sus composiciones no solo al blues o a ritmos cercanos al rock progresivo sino también a sonidos como el de la muiñeira.

Precisamente la organización buscaba destacar ese sello gallego tanto en la inauguración como en la clausura del festival, que corrieron a cargo de músicos capitalinos. El proyecto, añaden, es mantener esta iniciativa en los próximos años "y que sean los músicos que surgen del Seminario Permanente de Jazz de Pontevedra los que protagonicen estos conciertos, queremos que ya que Pontevedra cuenta con algo tan importante como el SPJ que sean estos músicos quienes tengan la oportunidad de ser protagonistas del festival".

El concierto de Gabriel Peso Trío en A Ferrería fue la actividad central de la jornada de clausura. No obstante, también hubo tiempo para otras propuestas de menor formato como el vermú musical en la Taberna do Jazz a cargo de Frequency Trío o las Jam-Sessions en La Gramola, que se despidieron de madrugada con la música de Pedro Freijeiro Trío.