La asociación SOGAPS con la que colaboran numerosas familias en Galicia promueve que se acoja a menores saharauis que viven en campamentos en el desierto durante todo el año y que aprovechan estos meses de verano para disfrutar. Estos traslados también permiten realizar revisiones médicas a los niños que lo necesiten.
Para las familias participar en este proyecto significa crear un vínculo muy especial con los niños a los que acogen. Para Rosa García, residente en Moaña y que lleva participando y acogiendo a niños saharauis desde hace 15 años, supone "una experiencia muy bonita y gratificante, la primera vez que participé, me enteré de la iniciativa a través de FARO, me informé sobre los requisitos y me apunté ya hace 15 años".
Durante su participación en el proyecto solidario, Rosa ha acogido a 6 niños y niñas en total y ha ayudado a muchos, entre ellos a Yihad al que tuvo a ayudar con su grave problema de visión.
Para los niños también es una experiencia en la que disfrutan, Rosa García señalaba que "los niños nunca se quieren marchar a casa, siempre se quieren quedar y hasta quieren estudiar en España". Durante la estancia hacen diversas actividades con las familias, desde fiestas hasta salidas a otras ciudades, a la Illa de Ons o a la playa. "Se lo pasan muy bien y nosotros también".
Rosa, que lleva acogiendo y cuidando con mucho cariño a todos los niños que ha podido, anima a las demás familias a participar con el colectivo SOGAPS. Desde su experiencia recuerda que es un "proyecto muy bonito con el objetivo de ayudarles, porque tienen muchas necesidades". Además, insiste que se necesitan más familias , y pone de ejemplo la zona de Vilaboa, donde se llevaba tiempo sin encontrar hogares pero "por fin este año encontramos el hogar de Teresa para la acogida de dos niñas".
