La transición ecológica, la agenda urbana, la igualdad y más derechos o la agenda digital y la innovación serán las grandes líneas de trabajo de la Diputación de Pontevedra durante los próximos cuatro años, según explicaron ayer su presidenta, Carmela Silva, y el vicepresidente, César Mosquera, a los alcaldes de los municipios de la provincia de menos de 50.000 habitantes, todos menos Pontevedra y Vigo.

Silva aseguró que su gobierno tiene una "hoja de ruta clara" y un modelo "trabajado con rigor", y pidió la participación "de todos" para seguir modernizando la provincia. Dejó claro que el Plan Concellos seguirá siendo el principal programa inversor de la Diputación, apostando, según dijo, por la "autonomía" y la "corresponsabilidad" de los ayuntamientos, que optarán a estas ayudas "con transparencia, equidad y libre concurrencia".

Entre las novedades, según el vicepresidente de la Diputación, César Mosquera, se encuentra la subvención para que los núcleos urbanos de las ciudades se limiten a 30 kilómetros por hora y se "equilibrará" la financiación de los servicios sociocomunitarios en los municipios. La Diputación, además, mantendrá la línea de ayudas a la creación de parques forestales, seguirá avanzando en el plan estratégico de turismo y la promoción económica, y el impulso al emprendimiento continuará siendo un eje "transversal" de su acción de gobierno.

La "hoja de ruta" marcada ayer apuesta por "la sostenibilidad hacia transición ecológica, la agenda urbana, más derechos y más equidad, la agenda digital y una provincia que sea un referente en innovación". En el acto, la presidenta de lana Diputación emplazó a la Xunta a "poner en marcha un instrumento similar al Plan Concellos para el reparto de los recursos" y señaló con respeto a este programa que la administración provincial está analizando medidas que permitan una mayor eficiencia en la ejecución de los proyectos para garantizar la ejecución de los presupuestos aprobados.

En este sentido Silva, señaló que se quiere acordar con los alcaldes medidas como que sus proyectos sean maduros y listos para licitar, que los cambios en el diseño no alteren la ejecución ni los plazos de justificación, además de una reducción de los tiempos de finalización de las obras, todo ello con el fin de que "no haya recursos económicos parados". Así recordó que muchas administraciones locales tienen obras del plan 2017 de las que aún no se recibieron ni una sola certificación y otros tienen el Plan 2018-19 sin ninguna obra iniciada.

En cuanto a otros proyectos, la presidenta de la Diputación se refirió a la necesidad de planificar los intereses en común para lograr la financiación europea, citando la Agenda 2030 de la ONU, la Agenda Urbana Española, el nuevo marco plurianual con fondos comunitarios 2021-2027, entre otros. En ese sentido apeló a comenzar a trabajar en una estrategia conjunta con una nueva dinámica de trabajo con los Concellos para establecer prioridades comunes.