La especialista en Pedagogía Terapéutica María Luisa Baamonde presentó este mes en la Facultade de Ciencias da Educación e do Deporte de la UVigo la tesis Hábitos saludables e inteligencia emocional en niños con necesidades específicas de apoyo educativo. Se trata de una investigación en centros públicos ordinarios y de educación especial, en los que se analizaron variables como el tipo de comida que consumen los niños a diario, la práctica de ejercicio físico etc.
- ¿Por qué se decidió a investigar sobre los hábitos de los escolares?
-Desde hace años trabajo en el ámbito de la educación y realmente tenía curiosidad profesional por comprobar cómo se interrelacionan aspectos como los hábitos de vida saludables, la inteligencia emocional etc y cómo todo ello influía en la población escolar. En realidad era una curiosidad derivada solo del trabajo, no me planteaba llegar a la universidad ni nada, solo soy una profesora que me interesa comprobar datos que mis compañeros y yo observamos con frecuencia en el día a día.
- ¿Qué población escolar se analizó y qué aspectos se incluyeron en la muestra?
-El alumnado de centros públicos ordinarios y de educación especial, en los que realizamos 130 cuestionarios. Analizamos aspectos vinculados a la alimentación, el ejercicio físico y el nivel de inteligencia emocional, cada uno con sus respectivos test con diversos ítems, como por ejemplo el tipo de productos que consumen a diario, deportes que practican etc.
- ¿Qué datos resultan especialmente significativos?
-Un ejemplo es que un 29,32% de la población escolar a la que hacen referencia los test no desayuna, o que un 36,9% incluye en el desayuno bollería industrial. A mayores un 21,5% afirma que consume dulces y golosinas todos los días y un 19,2% dice que va una vez a la semana o más a un restaurante de comida rápida.
- ¿Cumplen las recomendaciones sobre consumo de frutas, verduras etc?
-No, en el caso por ejemplo de la fruta el 79% dice que toma una a diario, pero en el test se le pregunta por una primera fruta, que efectivamente come ese 79%, pero si se le pregunta si toman una segunda el porcentaje ya baja al 32,3%, de modo que casi ningún escolar llega a las recomendaciones de 5 piezas de frutas diarias.
- ¿Qué resultados obtienen en lo que respecta al ejercicio físico?
-Es más alto entre los niños que en las niñas, una diferencia que se acrecienta el fin de semana. También que los niños con trastornos del espectro autista tienen un nivel muy bajo de actividad física, hacen un ocio muy sedentario. Y en general en los centros de educación especial el nivel de actividad física es menor que en los ordinarios. Pensamos que en este caso se debe a que un porcentaje del alumnado está afectado significativamente.
- ¿Y en el aspecto emocional?
-Existe una diferencia en todos los factores de la inteligencia emocional (autoconciencia, autocontrol, aprovechamiento emocional, empatía y habilidades sociales) con respecto al género, siendo mayor en los niños que en las niñas, excepto en empatía que no se aprecian diferencias.
- ¿Le sorprendieron estos datos?
-Bueno, una nunca llega a familiarizarse con que 3 de cada diez niños no desayunen, pero no fue una gran sorpresa, porque es algo que observamos los profesores a diario. Tenemos la intuición de que la obesidad no es solo un problema de ahora sino que está creciendo. Y este estudio explica que muy posiblemente sea así porque se hace menos actividad física y se come peor.
- ¿No estamos mejorando a pesar de todas las campañas?
-Los datos indican que no, que los hábitos alimenticios continúan siendo malos. Y lo que me resulta también muy llamativo, que a medida que los niños cumplen años aún empeoran más y pierden hábitos saludables, por ejemplo dejando de realizar actividad física.
- ¿Estos resultados serían extrapolables a la población escolar en general?
-Otras investigaciones indican que si. Hay autores que han comprobado que más o menos se cumplen estos resultados en otro tipo de poblaciones escolares. Y es que hemos de ser conscientes de que el problema de la obesidad en la población escolar afecta a un porcentaje significativo de niños, cuya alimentación o nivel de actividad física no son los correctos. La propia Organización Mundial de la Salud lo advierte y creo que deberíamos de tenerlo más presente.
- Recomienda que los colegios cuenten con sus respectivas cocinas y profesionales asignados...
-Si, de hecho fue una de las preguntas que planteó el tribunal de lectura de tesis y así lo recomendé. No es lo mismo un catering que centros que disponen de cocina y recomendamos que tengan este comedor porque en todos los centros visitados los menús son altamente saludables. El comedor ha de estar integrado en el centro escolar, porque una idea importante es que las dietas y en general los hábitos saludables se integren como una pauta más en la comunidad educativa.
- También sugiere un trabajo combinado con los padres y los profesionales
-Recomendamos una mayor formación del personal desde el ámbito de la nutrición, lo que supondría entre otras mejoras una mayor atención en general a las dietas especiales para estos colectivos que en muchas ocasiones presentan características específicas, como podría ser una mayor propensión a la obesidad. Pero a mayores de los profesionales es decisiva la implicación de la familia, es un factor muy importante que ha de trabajar con los colegios y planteo que esta integración se lleve a cabo a través de las escuelas de padres.
