La Feria Taurina, la única de toda Galicia y que cuya programación atrae a numerosos visitantes de diferentes puntos de España, vuelve a Pontevedra. Eso sí, este año ha habido cambios, ya que la empresa propietaria, Hermanos Lozano, ha reducido de tres a dos el número de corridas. De esta manera, las celebraciones taurinas que se venían organizando los dos primeros fines de semana del mes de agosto, este año se limitan a uno, el sábado 10 y el domingo 11, junto con una becerrada el día 3.
En la jornada de ayer, se abrían las taquillas de la plaza de Toros de San Roque para la venta de localidades a los no abonados. Con los años las famosas colas que se formaban y rodeaban la plaza han ido disminuyendo considerablemente y, durante la apertura a las diez de la mañana, se formó una fila de aficionados a la tauromaquia, tanto mayores como jóvenes, que en nada se parece a las esperas de hace años. La venta de entradas por internet ha dejado atrás esta fenómeno.
Desde la propia taquilla del coso de San Roque explicaban ayer que "las colas son las de siempre, porque este público es fiel a los toros". La disminución de la afluencia de aficionados se refleja tanto en la propia plaza, al no llegar a llenarse durante las últimas celebraciones como en la reducción del número de corridas, como admitía hace unos días el propio empresario, Eduardo Lozano, que atribuía este fenómenos a la crisis. Por ello, se insiste en los buenos carteles y en intentar atraer a público joven.
Sea como sea, los que disfrutan de las corridas declaran que "nos gusta mucho venir, aunque este año por trabajo no hemos comprado el abono, este año solo lo hemos comprado para ver a Aguado y "El Fandi" el sábado". Otra persona esperando para adquirir las entradas recordaba que "si no hay corridas, ¿para qué son los toros de lidia?, hay que seguir viniendo porque sin toreros no hay toros". El festejo del sábado era el que tenía ayer más tirón ante las taquillas, aunque sus responsables indicaban que la cita del domingo encabezaba la demanda.
