El pasado viernes 12 de julio terminó la segunda convocatoria de la ABAU, la antigua selectividad, y durante estas últimas semanas han cesado las recuperaciones de asignaturas. Esto significa el principio real del verano para los estudiantes y, con él, una oportunidad para aprovechar el parón en el estudio académico y sacarse el carné de conducir. Las autoescuelas lo saben y por ello la mayoría ofrecen cursillos intensivos de una semana con clases de lunes a viernes por la mañana y por la tarde.
"Ahora el número de estudiantes que se apuntan es menor que antes. No tienen las vacaciones de antes, que empezaban en junio y terminaban a mediados de septiembre. Tenían más tiempo libre y la gente venía con más ilusión de quitarse todo" observa Teresa Bouzas, profesora en la Autoescuela Pontevedra. "Tienen prisa, pero vienen pensando que ahora me saco la teórica y seguramente para el año el práctico", comenta destacando el cambio que ha habido con los exámenes de recuperación, que antes eran en septiembre y ahora son en julio. Lo mismo nota Gloria Couto en Autoescuela Teucro. "Está siendo un poco atípico. Vienen más tarde a apuntarse. Veo que aún hay gente informándose y va más retrasado. Los que no han aprobado o quieren repetir selectividad esperan, algunos a hacer la selectividad y otros a saber la nota, que quizá sea una condición para los padres", apunta.
Aunque el cambio haya afectado en las fechas de inscripción en las autoescuelas, los profesores observan en julio y agosto entre un 50% y un 60% de alumnado más con respecto al resto del año. Son jóvenes que apenas tienen dos meses para intentar sacarse el carné. Por ello muchas academias ponen a su disposición planes intensivos de una semana con clases de mañana y tarde, además de tests. Así ocurre por ejemplo en las autoescuelas Peregrina, Teucro o Chaves, aunque coinciden en que hay que dedicar tiempo al teórico y así razonar más que memorizar,. "Yo enfoco el intensivo como un resumen de cada tema, pero luego están las clases normales, porque el intensivo es más a correr", explica Carina Jamardo en Autoescuela Peregrina. Además, aunque hay excepciones apuntan que no suele sacarse en una semana, y que el mínimo suele ser 15 días, aplicándose mucho en la materia.
Por otro lado, hay quienes reniegan de los intensivos y no ofrecen esta opción a su alumnado. "Trabajan en intensivo en el sentido de que procuro que se lo saquen bien y a la mayor brevedad posible. Pero intento prepararlos bien, quiero que mis alumnos salgan bien preparados y me niego a hacer cursos intensivos", justifica Carmen Solla de Autoescuela Galicia. Como ella opina Bouzas: "El alumno puede venir siempre en nuestro horario y siempre habrá un profesor en el aula para explicar. No ofrecemos cursos intensivos, sino que ellos mismos son los que se plantean cómo quieren hacerlo. Tenemos un horario de 9.00 a 13.30 y de 15.00 a 20.30, además un portal desde casa y cada uno se plantea cómo se lo va a tomar, no les forzamos, aunque sí les apretamos para que se animen y no bajen la guardia cuando empiezan a ver que tienen fallos", explica.
Los estudiantes intentan aprobar teórica y práctica en verano, pero en las autoescuelas perciben que desde que se hizo el cambio de exámenes de segunda convocatoria de la ABAU muchos se ven con menos tiempo y se centran en la teórica. "Todo depende de lo rápido que hagan la teórica, si la sacan pronto tienen más tiempo, porque depende de cómo se te dé conducir. Lo normal es hacer al menos 15 prácticas de coche", expresa Bouzas, al igual que Solla, quien apunta que "intentan hacerlo todo en verano y muchos incluso compaginan ambas a la vez. Pero también hay quien se plantea como prioridad la teoría y dejan el práctico para navidades o para el año que viene". Por ello y para facilitarlo hay quienes antes de cumplir 18 se saca el carné de motocicleta o A1, para así dedicarse exclusivamente a la práctica del coche cuando cumplan la mayoría de edad, ya que la teoría es la misma, observa Manuel Chaves, directo de Autoescuela Chaves.
En general y aunque las cifras siguen siendo buenas, los profesores ven como de un tiempo a esta parte los jóvenes tienen menos prisa por apuntarse a la autoescuela. "A veces con 18 años vienen con poca moral y muy forzados por los padres, hay menos ganas que antes. Ahora piensan para qué quieren carné si no van a tener coche" observan desde Autoescuela Pontevedra. "En Pontevedra incluso al no haber mucho transporte público lo sacan más que en ciudades como Santiago o Vigo. Ahora primero piensan en otras cosas y ya sacan el carné cuando les hace falta". Al preguntar el motivo de este cambio Solla afirma que "ha cambiado la forma de vivir". En su opinión "antes el coche era lo que te daba la independencia, querías sacarte el carné, tener tu propio coche y moverte más libremente. Hoy en día no es tanto así. Las nuevas tecnologías hacen mucho. La forma de ver la vida de los jóvenes de ahora ha cambiado bastante con respecto a hace 10 años", concluye.
