Las instalaciones del Pazo da Cultura son objeto de trabajos de acondicionamiento y mantenimiento durante el período estival, los meses de menos actividad, con el fin de preparar el recinto para la nueva temporada.

Al respecto, la concejala responsable de las instalaciones, Carme Fouces, indica que "partimos de que el Pazo da Cultura es un espacio muy utilizado por toda la ciudadanía, por lo que necesita estar en permanente mantenimiento de aspectos cotidianas pero también precisa de grandes limpiezas y mejoras constantes y aprovechamos el parón de verano para realizar las obras".

Estos trabajos, que cuentan con un presupuesto total de 31.114,53 euros, contemplan tres aspectos. Por una parte, son acciones de limpieza en las fachadas, que debido a sus dimensiones deben ser realizados con medios especiales y, en algunos casos, con mecanismos de elevación. Precisamente la empresa encargada de la actuación, que comenzó los trabajos el pasado 6 de julio, ya realizó la limpieza de la pizarra en la zona de entrada del Pazo y la retirada de los vinilos de las cristaleras del cubo de la Sala de exposiciones.

En este momento, se procede a la limpieza de los cristales del Auditorio desde el interior, para posteriormente proceder a su limpieza desde el exterior y al pintado de la estructura metálica (que enmarca los cristales) y del portalón de acceso.

Por otro lado, también está prevista la reposición de elementos deteriorados en diversas estancias del interior. Esta actuación está encaminada al mantenimiento de elementos de poca envergadura, mas de uso cotidiano e imprescindibles para la actividad y el funcionamiento diario de las instalaciones. En este apartado se incluye la reposición de extintores, el intercambiador de aire acondicionado, el arreglo y reposición de accesorios en baños, el cambio de piezas deterioradas en todos los radiadores, y la colocación de platos de ducha en los camerinos y reposición de luces.

Por último, también se contempla acometer la inspección periódica de baja tensión y del centro de transformación. Se trata de la inspección periódica obligatoria para los locales de pública concurrencia, como es el caso del Pazo da Cultura, que acoge tanto a personal propio como a personas ajenas que acuden a eventos, espectáculos y actividades recreativas.