Los colapsos comenzaron por la mañana y fueron especialmente intensos durante varias horas ya que la cola de vehículos llegó hasta la estación de peaje de Alba. En medio del pleito judicial abierto por la Fiscalía de Pontevedra contra Audasa por el "cobro abusivo" de peajes durante las obras de ampliación del puente de Rande, que provocó incontables retenciones durante días, el episodio de ayer, similar en las formas aunque de menos intensidad, provocó el enfado de los usuarios, en especial porque las colas de vehículos se veían desde la propia estación de pago de la tarifa pero la concesionaria no adoptó medida alguna, en especial levantar las barreras y condonar la tasa a los conductores que se veían obligados a desembocar en las retenciones.

"Nada más salir de pagar, me encuentro con el colapso y ni siquiera se dignan a levantar las barreras", comentaba indignada una usuaria que reside en Santiago y se dirigía a su trabajo en el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. Esta afectada llamó de inmediato a Audasa para exigir explicaciones "y empezaron a desviarme de un teléfono a otro, desde el 011 a la DGT con la excusa de que la concesionaria no puede levantar las barreras ni perdonar el peaje".

Esta mujer, que realiza el trayecto muy a menudo, pudo eludir el atasco al saber cómo cruzar la ciudad de Pontevedra y retomar la AP-9 en el nudo de O Pino, donde ya no había problema circulatorio alguno. Después de pagar la tarifa (los turismos pagar habitualmente 5,75 euros para el trayecto Santiago-Pontevedra) "tuve que abandonar la autopista por la salida de los Bomberos y cruzar Pontevedra para volver después a la AP-9". este segundo trayecto son 3,90 euros de tasa normal, si bien hay descuentos para usuarios habituales.

Al igual que ella, otros muchos conductores optaron por esta opción y tuvieron que cruzar la ciudad, pero fueron miles los que tuvieron que soportar la larga espera, que llegó a rondar los veinte minutos, según apuntaron algunos de ellos.

No son pocos los que anuncian que formularán reclamaciones ya que entienden que este tipo de actuaciones deben realizarse en otras horas y no un fin de semana de verano, con el añadido de que no se avisa a los usuarios, mediante los paneles, hasta que entran en la AP-9. "No es un problema causado por un accidente, sino un atasco que crear la propia Audasa", concluyen.