La Fundación Aspace cumple 20 años y en su aniversario ha tenido como invitado al médico neonatólogo José Martínez. Jefe de Servicio en el Hospital San Carlos de Madrid, explicó ayer los avances en sus investigaciones que estudian el papel de un compuesto, el cannabinoide, en lesiones agudas cerebrales en bebés, muchas de las cuales suelen acabar en parálisis cerebral. Martínez explicó los experimentos realizados en animales, con una efectividad del 100% y adelantó que en apenas un mes comenzarán a estudiar los efectos en bebés que sufren asfixia en el parto.
-¿Cómo se puede prevenir o intuir que un bebé pueda sufrir una parálisis cerebral?
-No se puede intuir. Hay una serie de cosas que ocurren en el recién nacido que son criterios de riesgo. Pero el problema esta ahí, en que uno no puede predecir claramente qué niños van a poder desarrollarlo o no. Por ello necesitamos conseguir un tratamiento que a todo niño que esté en una situación de riesgo, por haber tenido daño en el cerebro, se le pueda administrar. Para así intentar que no evolucione y no se desarrolle la parálisis cerebral.
-¿En qué se centra su línea de trabajo?
-Con mi equipo estamos trabajando en dos de las grandes causas del daño cerebral que conduce a la parálisis. Una es la asfixia en el parto, bebés que al nacer sufren falta de oxígeno. Y otra es en bebes que nacen prematuros. En cuanto a la asfixia ya hemos hecho unos estudios tan completos que vamos a comenzar un ensayo clínico con bebés este verano en un estudio internacional en el que participamos varios países. En prematuridad estamos en una fase más inicial haciendo los experimentos para ver como van los resultados, pero todavía nos queda un poco más de camino para poder aplicarlo en niños.
-¿Qué se hace actualmente cuando se observa que puede desarrollarse parálisis cerebral?
-Si el bebé es prematuro nada, intentar vigilarlo mucho para evitar complicaciones, pero no se puede hacer nada. Si el problema viene por una asfixia en un bebé que ha nacido a su tiempo, se utiliza la hipotermia. Es el único tratamiento que se consigue para esto y consiste en bajar la temperatura del cuerpo a 33,5 grados. Se ha visto que esto reduce algo la posibilidad de que se produzca parálisis. Pero casi la mitad de los niños siguen teniendo daños pese a la hipotermia. Por eso nos falta todavía añadir algo.
-Estudia el efecto de los cannabinoides, ¿qué son?
-La planta del cannabis tiene hasta 200 compuestos dentro. Algunos tienen actividad y otros no. Uno de esos compuestos es el cannabinoide, que es uno de los principales de la planta que no tiene efectos psicotrópicos, es decir, no produce ninguno de los efectos que todos conocemos. Ha demostrado que es una sustancia muy potente como antiinflamatorio y antioxidante, que son dos elementos esenciales para intentar evitar que se produzca el daño cerebral. Hemos observado en estudios con animales que después de que se produzca la asfixia o el parto prematuro, al administrar cannabinoide, llegamos a reducir hasta un 100% las secuelas.
-¿A qué porcentaje se podría reducir el daño en humanos?
-Sabemos que en los humanos no es igual. Si consiguiéramos reducirlo a un 80% o 90% ya estaríamos más que satisfechos. Conseguiríamos que solamente un 15% de los niños tuvieran un daño importante, unas secuelas que fueran significativas. Conseguir que solo fueran uno de cada diez niños sería maravilloso.
-¿Por qué son tan importantes las primeras horas?
-Hay que intentar reducir en lo posible todo lo que puede aumentar el daño en el cerebro. Si hay asfixia sabes que se va a producir un daño, pero si después el niño tiene la tensión baja o el azúcar, eso le puede agravar el daño. Es muy importante intentar que no se agrave ese daño. Luego es también muy importante tratarle desde muy pronto con algo que reduzca la extensión. Sabemos que cuando se ha producido algún problema, el daño del primer momento no hay quien lo solucione, pero durante los días siguientes el daño se extiende y va haciéndose mas grande. Ahí es donde tenemos que actuar y por eso cuanto antes actuemos en el daño cerebral, más reduciremos su extensión y con ello menores consecuencias tendrá.
