El grupo municipal del PSOE de Caldas, que gobierna en minoría en la villa termal, quiere reducir la velocidad del tráfico rodado a 30 kilómetros en el casco urbano de la villa termal. Será a través de una moción que se debatirá en el próximo pleno que será el martes, inaugurando así el mandato tras las sesiones de toma de posesión de actas de concejales y elección del alcalde y la sesión de organización.

"La reducción de la velocidad del tráfico en el centro debería tener un gran impacto en cuanto a la mejora de la seguridad vial y medioambiental", explica el alcalde, Juan Manuel Rey. En este sentido, el gobierno local señala que esta rebaja a 30 kilómetros por hora como límite para los vehículos "es una prioridad, teniendo en cuenta además la presencia de los distintos colegios y del asilo que están en el centro urbano y de los efectos nocivos que la contaminación causa en toda la población, pero sobre todo, en la de mayor riesgo, como son los niños y los mayores", señaló el regidor.

La moción, articulada en dos puntos, contempla la aprobación para reducir la velocidad a 30 kilómetros por hora en todo el casco urbano, en las vías municipales y provinciales, así como solicitar a la Unidad de Carreteras do Estado la misma rebaja en la N-550 y N-640 a su paso por la villa termal.

Además, Rey no descarta ayer adquirir un radar móvil, una pretensión del gobierno local en anteriores mandatos que fue criticada por la oposición en su momento. Precisamente en el anterior mandato, el gobierno local y PP rechazaron otra moción similar planteada por el BNG.