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La taquilla taurina abre con ritmo lento

La Feria de la Peregrina de este año se ha visto reducida a solo dos citas, más una becerrada unas semana antes - Poco movimiento en la apertura de ayer de la renovación de abonados

La Feria Taurina de Pontevedra, que cada año celebra la única de toda Galicia y que cuya programación atrae a numerosos visitantes de diferentes puntos de España a la plaza de San Roque, vuelve a tener una programación parecida a los años 80. La empresa propietaria, Hermanos Lozano, ha reducido de tres a dos el número de festejos.

La empresa propietaria del coso de San Roque, y su nuevo planteamiento, hará que los aficionados solo puedan celebrar durante dos tardes de esta actividad. De tal manera que las celebraciones taurinas que se veían organizando los dos primeros fines de semana del mes de agosto, este año se vean disminuidas a solo citas, para el sábado 10 y domingo 11, junto con una becerrada el día 3 de agosto.

Esta decisión de reducir el cartel se debe al bajón de público a causa de diversos factores, que han hecho que las ventas de entradas sean cada vez menores, sobre todo de los aficionados que, si antes compraba varias localidades, ahora se limitan a comprar solo la suya, según los propios responsables de la taquilla de la plaza de todos, que ayer abrió sus puertas para la renovación de abonos, a un ritmo aún lento. Se aguarda más movimiento a finales de semana.

Estas ventas a cuentagotas ha sido más que evidente en la apertura de las taquillas de ayer, donde los aficionados poseedores de la tarjeta de la temporada podían renovar sus abonos para los tres días hasta el próximo jueves día 18. Durante la mañana se vio un escaso movimiento en los alrededores de la plaza, ya que los abonados no suelen tener prisa en renovar y cada vez se hace más desde las diferentes plataformas en internet.

Como aclaran desde la propia taquilla del coso de San Roque, los días en los que se forman largas colas son "a partir del 22 de julio, cuando vendrá lo gordo, al abrirse la venta libre de localidades y la gente hace cola para ir a cada corrida independientemente".

En cuanto a la afluencia, esperan que sea la misma de todos los años, ya que aseguran que "en Pontevedra, las corridas de toros son una tradición de hace muchos años y aquí vienen los de siempre, pero el que venga más o menos gente depende de otros factores como el tiempo o los turistas que vengan de vacaciones a la ciudad y se animen a ver este festejo tradicional".

La controvertida tradición taurina en Pontevedra, que lleva años enfrentando a defensores y animalistas, se podría estar cada vez viendo más afectada y menos aplaudida, a pesar de los intentos de la empresa propietaria del coso de traer a toreros conocidos y de reducir el cartel. Una programación que se ha visto disminuida en número de días, primero de cuatro a tres, hasta llegar a disminuir las jornadas a solo dos corridas en un mismo fin de semana. Se añade una becerrada como aperitivo.

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