El rector admite que no se pudo ofrecer a Belas Artes la garantía de que la Xunta permitiera mantener el número de plazas, pero remarcó que es algo en lo que se sigue trabajando, "ya que se está flexibilizando esta medida" y permitiendo que se recuperen las plazas en un año se existe demanda.

También advirtió que si se renuncia a esta titulación, "alguna otra universidad gallega irá la por ella, porque es muy atractiva". Por su parte, Marcos Dopico y la decana en funciones de Belas Artes Silvia García, hicieron hincapié en que esta es "la única alternativa" para no perder el grado, tras la negativa interna, una opción "valiente para dar una solución a esta situación". García reconocía la existencia de un "conflicto evidente y un clima de boicot" al nuevo grado en el seno de la facultad, a pesar del que considera "mayoritario el apoyo de parte del estudiantado y con una amplia demanda social". Más allá del problema de las plazas, explicaba la decana en funciones, "desde el ámbito artístico había argumentos en contra del diseño como disciplina, la ilustración como disciplina y de la moda como disciplina". Además, se queja García de que "si tras los aplazamientos solicitados en este proceso no se llegó a un acuerdo, será muy complicado hacerlo en el plazo de una semana".