El área de Industria de la Subdelegación del Gobierno ha multiplicado su actividad tras el siniestro de la pirotécnica de Tui que el pasado año dejó dos muertos, unos 40 heridos y decenas de familias sin viviendas. Los técnicos supervisan actualmente 11 talleres de fabricación de pirotecnia en una de las zonas de la Península con más instalaciones de este tipo.

Lo ejemplificaba en la mañana de este martes la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, al recordar que "Galicia es la segunda comunidad autonóma tras Valencia" en instalaciones pirotécnicas, de modo que el departamento que encabeza está "permanentemente alerta" para intentar que se repita un siniestro como el de Paramos, en Tui.

A raíz del accidente "los técnicos de esta dependencia de Industria han extremado si cabe su presencia en cualquier tipo de establecimiento e instalación pirotécnica", que además "son muy abundantes en la provincia de Pontevedra".

Los técnicos realizan inspecciones en 95 establecimientos de venta y comercialización de este tipo de productos y controlaron durante el pasado año un total de 157 espectáculos de pirotécnica en los que se emplearon más de 10 kilos de explosivos.

Del departamento de Industria depende la vigilancia de las provincias de Ourense y Pontevedra. Desde él se autoriza y controla la actividad de 120 explotaciones mineras de granito y pizarra, lo que supone "cerca de 1.000 operaciones de suministro de explosivos y la realización de 4.500 actas de voladura" que son supervisadas por los técnicos de la Subdelegación, según los datos presentados por Maica Larriba.

Ésta compareció ante los medios para hacer balance de su primer año de labor al frente de la Subdelegación, doce meses intensos en los que ha recorrido más de 27.000 kilómetros y en los que su primer cometido fue, precisamente, afrontar la crisis tras la explosión de la pirotecnia La Gallega que dejó más de 400 afectados, a la que le seguiría el incendio del catamarán de O Grove, que felizmente se saldó sin víctimas mortales.