La portavoz del gobierno local, Anabel Gulías, informó esta mañana que la reforma de la rúa do Ronco, adjudicada a la empresa W. C. Casas, comenzará el próximo lunes 15 de julio. La obra fue adjudicada por un importe de 167.593,16 euros y cuenta con un plazo de ejecución de cuatro meses.

Esta actuación fue calificada por Gulías como "de gran importancia" debido principalmente a su ubicación céntrica y a la presencia de un centro escolar en su trazado. En este sentido recordó que "responde a una demanda de la Asociación de Madres y Padres del

colegio de Barcelos" y que el objetivo principal es el de "garantizar la seguridad peatonal y sobre todo la entrada y la salida del alumnado del colegio".

El proyecto contempla la reordenación de la calle, con la redistribución de los espacios urbanos en el ámbito del centro escolar, lo que implica la ampliación de los espacios destinados a la movilidad peatonal. Se mantendrá una línea de estacionamiento en hormigón en la margen derecha

para servicios y para colocar los contenedores de basura.

Esta acera tendrá un ancho de tres metros y en el lateral izquierdo (en el del colegio) la acera se incrementa hasta los cinco.

La calzada será repavimentada y la acera se creará con loseta confinada entre bandas de granito. Se procederá a la eliminación de las barreras arquitectónicas y también se aprovechará para renovar las redes de pluviales y saneamiento.

El proyecto también contempla la colocación de nuevo mobiliario urbano (cinco papeleras, siete bancos, y diez aparcabicis), y la mejora de la iluminación.

Paralelamente, en la jornada de hoy dio comienzo la reforma de la calle Echegaray, cuya duración prevista es de seis meses. Estos trabajos están incluidos dentro de las mejoras del nuevo contrato del ciclo del agua adjudicado a la empresa Viaqua, que será la encargada de asumir íntegramente esta actuación, valorada en 696.000 euros.

La reforma incluye la instalación de un nuevo saneamiento por ambos lados de la calle, el cambio de redes pluviales también por ambas márgenes y la modificación de toda la canalización eléctrica. Contempla más espacio peatonal que en la actualidad, a través de la

ampliación de las aceras, y dejando un carril de servicios por ambos lados.

Mientras tanto, el puente de O Burgo permanece desde hoy cerrado a todo tipo de tránsito debido al avance en las obras de peatonalización. En esta fase de la actuación se procederá a la colocación del nuevo pavimento continuo en la superficie del tablero, a la retirada de la actual baranda y colocación de una nueva, y a la instalación de la nueva iluminación que incluye tanto elementos en el

pavimento como en altura.

El cierre del puente implica el desvío del Camiño Portugués, desde la salida de la rúa da Ponte hacia el puente das Correntes, para volver desde allí a la Santiña.