Deporte, integración y cuidado de la naturaleza se dieron la mano ayer en la actividad organizada por a Asociación Juan XXIII, una andaina veraniega por la ruta del Lérez en la que participaron más de un centenar de caminantes.

El puente de los Tirantes fue el punto de salida de esta ruta que buscaba ser, además de una actividad saludable, una propuesta para "visualizar el valor de las personas con discapacidad" y la labor que desarrolla Juan XXIII.

A estos objetivos los participantes quisieron añadir uno más, el cuidado del medio ambiente, ayudando a paliar las consecuencias negativas sobre la naturaleza del la falta de cuidado de personas insensibles. Así, los caminantes recogieron basura que encontraron a lo largo del recorrido, contribuyendo así a mantener en perfecto estado la senda del Lérez, "a conservar recursos naturales y patrimoniales y a adoptar actitudes y comportamientos sostenibles". Fue, como aseguran, un gran día.