Unos 150 vecinos de Campañó consensuaron ayer que el proyecto de la variante de Alba "no es bueno" para la parroquia. Esa es la principal conclusión a la que llegaron en una reunión celebrada anoche en la Casa de Cultura en el que analizaron la propuesta elegida por la Xunta para ejecutar esta nueva autovía que conectará la carretera de Vilagarcía con la N-550 hacia Santiago. A pesar de que el proyecto plantea un trazado limpio y que no afecta a ninguna vivienda, los vecinos mostraron su preocupación por el impacto visual y la posible desconexión que plantea para los viales y caminos actuales de la parroquia.

"Vamos a alegar en contra del proyecto porque vemos que los prejuicios que plantea esta opción son más severos que los beneficios que pueda traer", adelantó la presidenta de la asociación de vecinos Santo Paio de Campañó, Lucía Montoto. Además de presentar la reclamación contra el trazado propuesto por la Xunta, el colectivo acordó ayer movilizarse en contra del actual proyecto.

Según señaló Montoto, en la reunión de ayer los vecinos acordaron que cada afectado realizase su correspondiente alegación antes del próximo lunes. La idea es que el colectivo recoja estas reclamaciones individuales ese día que se podrán entregar a la asociación vecinal a través del correo electrónico, por teléfono o dejándolas en la farmacia de la parroquia o en Casa Cochón. "El lunes haremos un filtrado de ellas, porque muchas coincidirán y otras se dispersarán, y el miércoles presentaremos a los vecinos la alegación conjunta en una nueva reunión en la Casa da Cultura", explicó la presidenta de la asociación vecinal.

La preocupación y el descontento sobre el proyecto elegido para la variante de Alba quedó patente en la reunión vecinal. "Muchos decían que no querían el trazado por ese sitio, que lo querían en otra zona, pero tampoco queremos la misma mole en la parroquia", afirmó Montoto.

Tanto es así, que a la asociación vecinal ve más viable la alternativa número 8. "Sale de la N-531 del lavadero y saldría en la N-550 a la altura de A Cendona, pero creemos que el impacto sería mucho menor que con el proyecto actual", afirma Montoto.

Entre las mayores preocupaciones que plantea el proyecto elegido por la Xunta destacan especialmente las infraestructuras que afectarán a los núcleos de A Banqueira, O Cachapal y O Freixo. En el primero de los casos recoge un paso inferior en forma de túnel y creen que puede quedar con un gálibo muy reducido.

En el caso de O Cachapal, se mostraron en contra de instarlar los "ecalextrics" que se proyectan a la zona. "Se proyecta a una altura considerable, sobre todo teniendo en cuenta que la nueva variante va ya alta por lo que creemos que será un mole a unos 10 metros de altura y muy cerca de las viviendas por lo que supondría un impacto visual muy grante, además del ruido que provocaría y que dejaría desconectados los caminos que tiene la parroquia", comenta Montoto.

Doble carril, pasos elevados e inferiores

El trazado elegido por la Xunta se inicia al norte del núcleo de O Freixo, con una intersección en forma de glorieta en la carretera de Vilagarcía, en el cruce con la PO-310 hacia O Vao y discurre por fincas hacia la Nacional 550 para concluir en otra rotonda en A Cendona, en Lérez.

Será un vial de doble carril y de casi un kilómetro de recorrido que para salvar la autopista, la línea del ferrocarril y el río Rons, contará con un viaducto de 265 metros y es precisamente esta infraestructura, así como los pasos superiores e inferiores para conectar los caminos vecinales, la que más preocupa a los residentes en los núcleos antes citados como A Banqueira, O Cachapal o Freixo.

La intención de la Xunta es que el proyecto constructivo esté listo este mismo año para que las obras puedan comenzar a principios del año que viene. La obra completaría la ronda urbana de Pontevedra y permitiría descongestionar la conexión actual, la PO-225, muy utilizada por los peregrinos.