Un total de 5.777 personas visitaron la exposición "Carlos Maside en Combarro, 1952. Bosquexos, debuxos e acuarelas" desde su inauguración el pasado 3 de mayo hasta su clausura el 16 de junio. La muestra, comisariada por Rafael Vallejo y María Esther Rodríguez Losada, reunió en el Sexto Edificio más de cien obras inéditas creadas por el pintor durante su estancia en la villa marinera entre los meses de agosto y octubre de 1952, a donde llegó a través de Valentín Paz Andrade.

Plasmar personas corrientes

En ese tiempo, Maside centró su actividad artística en las personas corrientes, mostrando su día a día en las tareas relacionadas con el mar. Los retratos de niños, niñas, hombres y mujeres tuvieron especial relevancia en la muestra concentrándose en una misma sala. También recogió espacios comunes y de reuniones de la villa en aquel entonces como son las fuentes, las calles, y los portales de las casas. Los modos de vida femeninos destacaron en esta producción del pintor, en la que las mujeres aparecen de manera individual o en ambientes colectivos, realizando las labores de cuidado de las niños, mariscando o transportando el pescado en cabeza con una cesta. Los paisajes marineros y del entorno, la arquitectura y el patrimonio de la villa, las tabernas o ambiente marinero completan el trabajo de Maside en ese período.

La muestra propició además la catalogación de toda la obra realizada por el pintor durante su estadía en Combarro, compilada por primera vez y al completo. Son 313 creaciones -103 pinturas y 210 dibujos-, las recogidas en el libro que está a disposición del público para su consulta en la Sala de Investigación del Museo de Pontevedra, situada en el edificio Fernández López, o a la venta en el Sexto Edificio.

"Celebrando a Seoane"

Por su parte, "Celebrando a Seoane", la exposición temporal organizada por el Museo de Pontevedra en homenaje al autor protagonista este año del Día das Artes Galegas, suscitó el interés de 5.373 personas durante la seis semanas de duración. Con esta iniciativa se pretendía hacer hincapié en las diferentes facetas del artista, además de ofrecer una visión completa y cronológica de su evolución como pintor, dibujante, grabador, ceramista, diseñador y humanista.

Así, la muestra recogió los óleos Os esmolantes, Campesiñas dialogando y Figuras saudando, el dibujo Areal e rochas, los grabados O caído, Homúnculo de lingua viperina II o Personaxe decididamente místico, entre otras obras, todas pertenecientes a la colección del Museo de Pontevedra y algunas de ellas no exhibidas con anterioridad.