PSA inició ayer la producción en su nueva planta de Kenitra en Marruecos con el reto de alcanzar las 200.000 coches desde mediados del próximo año. Cerca de 90 proveedores nutrirán a una factoría que mantendrá estrechos vínculos con la de Balaídos.

En el acto inaugural del arranque de la actividad en la flamante planta al que asistió su Majestad el rey Mohamed VI, el director de la región de Oriente Medio y África y miembro del Comité de Dirección del Grupo PSA, Jean Christophe Quémard, destacó la importancia estratégica del país alauita. "En el corazón de la región Oriente Medio y África, Marruecos es un mercado histórico y estratégico para nuestro Grupo y para sus cuatro marcas Peugeot, Citroën, DS y Opel. Hemos construido una asociación única en la industria del automóvil en Marruecos con la ayuda de todos nuestros socios y gracias al apoyo de las autoridades marroquíes."

El inicio de la producción en Kenitra supone mucho más que la culminación de un proyecto iniciado el 19 de junio de 2015 con la firma del protocolo de acuerdo entre el grupo automovilístico y el Reino de Marruecos. Junto a esta planta se ha desplegado todo "un ecosistema completo de Groupe PSA en Marruecos a imagen de los que se han desarrollado en otras regiones estratégicas del grupo con un centro de decisión en Casablanca que cubre la región Oriente Medio y África, un centro de I+D y, a partir de ahora, una fábrica con los mejores estándares de la compañía", destaca la compañía en un comunicado. Un despliegue que convierte al grupo en el único fabricante de automóviles "que cubre toda la cadena de valor en África", y compuesto por una red de 62 proveedores locales y 27 nuevas plantas de proveedores creadas para servir a la planta de Kenitra.

La nota oficial añade que la fabricación de vehículos sobre la base de la plataforma CMP se iniciará con el nuevo 208, en paralelo a la fábrica de Trnava, en Eslovaquia.