No se entiende una fiesta de fin de curso sin espuma ni bañadores, y así se celebró, un año más en el casco histórico.

Gritos, risas y mucha diversión caracterizaron a la fiesta organizada por el Centro Comercial Urbano Zona Monumental.

Durante toda la tarde todos los niños que así lo quisieron disfrutaron de la cita anual. En diferentes emplazamientos de la zona vieja hubo actividades para el ocio de los más pequeños, verdaderos protagonistas del fin de curso.

No faltó el rocódromo con escalada de ocho metros, así como el taller de graffiti, una gran pista americana hinchable y talleres para maquillaje divertido o de creación.

Fueron tres las plazas en las que tuvieron lugar las principales actividades: Praza Curros Enríquez, Méndez Núñez y Valentín García Escudero.

Además, en la calle Sierra se establecieron los diferentes puestos con las actividades para los niños.

Pero, sin duda, lo más demandado por los peques, e incluso algún adulto que se animó a participar con ellos, fue la espuma. Para muchos de ellos es la única vez al año en la que pueden divertirse de este modo. De hecho, alguno se equipó con atuendo de neopreno, aunque lo más visto fueron los bañadores.

La fiesta del fin de cole cuenta con la colaboración del Concello de Pontevedra y de la Xunta de Galicia.

El Centro Comercial Urbano Zona Monumental se ha convertido ya en un referente en la organización de esta tan esperada fiesta, que cada año sirve para dar el pistoletazo de salida para el verano.

Con ella y con la celebración del San Juan los más pequeños son conscientes de que tienen por delante varios meses para descansar, jugar, ir a la playa y divertirse al aire libre.