El alcalde de Pontevedra reconoció ayer en su intervención ante el presidente de la Xunta que tenía ganas de que acabase este largo periodo electoral "porque nel dinse cousas que agardo que nada teñan que ver coa realidade". Se refería quizás, el regidor, a los duros ataques realizados por el PP durante la campaña en la que incluso se llegó a cuestionar la edad del alcalde para continuar en el puesto. Lores aseguró que los partidos ya tienen suficientes diferencias políticas sin que haya necesidad de entrar "en cuestións que poidan deteriorar as relacións entre administracións".

No parece que la batalla electoral vaya a pasar factura a la, aparentemente, buena sintonía que existía antes de los comicios entre el Concello de Pontevedra y la Xunta y, más concretamente entre el alcalde y el presidente Feijóo. Al menos, ambos recuperaron ayer ese tono de entendimiento y acuerdo entre dos administraciones que ha llevado a Lores a reconocer que, tras dos legislaturas más bien "escasas" por parte de la Xunta hacia Pontevedra, la última sí marcase "un antes y un después" en la relación entre el gobierno gallego y el concello. Así, el propio alcalde recordó la activación del proyecto del hospital Gran Montecelo, la recuperación del Puente de A Barca, este mismo edificio de Benito Corbal (que salió de una reunión entre Lores y Feijóo) o el nuevo edificio judicial. Un entendimiento que llevó a Feijóo a felicitar a Lores "por gañar as eleccións" y a reconocer que "é fácil colaborar co Concello de Pontevedra cando hai un alcalde co que se pode falar e un presidente da Xunta co que se pode acordar" proyectos de calado para la ciudad.

Una buena sintonía que incluso llevó a ambos a bromear sobre el color azul elegido para la fachada del edificio de Benito Corbal o, precisamente sobre la longevidad de Lores como alcalde de la ciudad. Y es que cuando el presidente de la Xunta le felicitó por su sexto mandato consecutivo, Lores no dudó en replicar "e os que quedan", a lo que Feijóo le respondió al alcalde que vaya "pouco a pouco" y le recordó sus palabras en las que hablaba de cierto "agotamiento" y que este podría ser su último mandato.