Ya lo habían anunciado con anterioridad. Sus protestas no finalizarían con la campaña electoral y mantendrán en la calle su reivindicación de continuidad de Ence en Lourizán. Trabajadores de esta y otras empresas se concentraron durante más de una hora a las puertas del Teatro Principal mientras dentro se constituida la corporación municipal. Se esgrimieron bocinas, petardos, consignas y pancartas a favor de la pastera mientras en la sesión solo se escucharon aplausos de los presentes, en especial cuando se hacía mención desde el BNG o el PSOE a la "lucha" contra la compañía. De hecho, en sus respectivos discursos, especialmente en el de Fernández González, se hizo mención a que se mantendrá esa pugna, que forma parte de uno de los "principios programáticos" del pacto de coalición.

Desde mucho tiempo antes del inicio del pleno, que comenzó a las 12.00 horas, el entorno del Teatro Principal presentaba un notable despliegue de agentes, tanto de la Policía Nacional como de la Local, y unas vallas separaban a los concentrados del acceso a la sesión. Ese pasillo fue atravesado por todos los concejales y el recorrido de Lores y Tino Fernández con sus equipos, tanto a la entrada como a la salida, derivó en momentos de tensión, con insultos, gritos y gestos, que incluso se reprodujeron entre partidarios y detractores de Ence, lo que obligó a intervenir a los agentes, que realizaron algunas identificaciones. Los concejales del PP, a su vez, fueron recibidos con aplausos.

La protesta a favor de Ence se limitó a las puertas del Principal y en ningún momento sus participantes hicieron intento alguno por acceder a la sesión, que transcurrió con total normalidad, solo salpicada por alguna anécdota simpática como el error de Pilar Comesaña en la votación y una incidencia con la urna donde se depositaron los votos para elegir al alcalde.

Si la entrada de los concejales fue tensa, lo fue más aún la salida, cuando se intensificaron los intercambios dialécticos y algún concejal del BNG se encaró con parte de los concentrados, que exhibían pancartas como "Ence sí, paro no" y "Polo pan dos nosos fillos" o cantaban consignas en contra de su marcha de Lourizán.

Juramentos y promesas

Mientras los gritos no cesaban en la calle, la sesión dentro del Principal transcurrió con total normalidad, con una sala abarrotada en la que figuraban diversas autoridades, entre ellas la subdelegada del Gobierno Maica Larriba, también secretaria xeral local del PSOE y que no ocultaba su satisfacción por la entrada de los socialistas en el gobierno local. El diputado socialista en el Congreso Guillermo Meijón, y los parlamentarios gallegos Patricia Vilán (PSOE) y Luís Bará (BNG), acompañaban a la portavoz nacional nacionalista Ana Pontón.

La mesa de edad estaba conformada por la edil más veterana, la nacionalista Pilar Comesaña, y el más joven, Guillermo Juncal, del PP. Ante ellos fueron desfilando todos los concejales electos para jurar o prometer el cargo, en gallego o en castellano. Cinco representantes del PP optaron por la primera fórmula, mientras que tres del BNG (Anabel Gulías, Eva Villaverde y Alberto Oubiña) prometieron "por imperativo legal". La mayor parte, de los cuatro grupos, añadieron algunas coletillas propias, sobre todo para enfatizar que defenderán los intereses de Pontevedra. En el BNG se añadió además, "os do pobo galego". Después, cada uno recibía la medalla que los acredita como miembros de la corporación. Eran poco más de las 12.20 cuando quedó constituida oficialmente. Apenas 25 minutos después se proclamaba a Miguel Fernández Lores como alcalde. Todo finalizó con la interpretación del Himno Galego.