Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El concurso de gestión del parking Veteris se suaviza tras dos intentos fallidos

El proceso, ahora en exposición pública, admite la reducción del importe de las obras, menos empleados y otros cambios

Un vehículo sale del aparcamiento. // G. Santos

El Concello afronta el tercer intento en dos años para adjudicar la gestión del parking Veteris, bajo la calle Antón Fraguas y sus edificios, unas instalaciones que se explotan en precario desde que en 2014 los tribunales anularon su adjudicación a la misma empresa que ejecutó las obras.

Después de dos intentos fallidos, en mayo y noviembre de 2017, sin lograr una oferta correcta para legalizar esta situación, el gobierno local se ha visto obligado a suavizar de forma notable las exigencias iniciales "con el objetivo de que pueda ser más atractiva la explotación de la concesión por potenciales interesados, favoreciendo la concurrencia de empresas y que por lo tanto se pueda adjudicar" su gestión, según se explica en la documentación del concurso, ahora en fase de exposición pública previa a su convocatoria.

Las modificaciones previstas se concentran en cuatro apartados: "Una reducción en el importe de las obras necesarias para llevar a cabo la explotación; la posibilidad de establecer distintos sistemas de intercomunicacion entre el ámbito de la concesión y los espacios adyacentes, siempre y cuando se respete la delimitación entre el espacio que abarca la concesión y los espacios adyacentes y sea en mejor interés de la concesión; la reducción del número de empleados mínimos exigibles: y la posibilidad de empleo de tecnologías de control de accesos distintas de las propuestas".

El principal inconveniente es diferenciar físicamente las plazas públicas de las privadas y las ubicadas bajo la calle y bajo los edificios residenciales. Este concurso ha supuesto un quebradero de cabeza durante los últimos cuatro años para el concejal de Patrimonio, Vicente Legísima, que ahora abandona la corporación pero deja en marcha un tercer intento de adjudicación.

La documentación expuesta al público recuerda que se trata de un parking de 2.184 metros cuadrados con 230 plazas para coches y 16 para motos en tres sótanos, si bien laos 76 espacios de la planta más baja están cedidas por 75 años a sus usuarios. También se detalla que serán necesarios al menos cinco trabajadores (tres empleados de aparcamiento, un encargado general y un administrativo-gestor) y una de las principales novedades del nuevo concurso apunta a evitar las barreras físicas (muros o paneles) entre las plazas públicas y privadas mediante tecnología de control de accesos. Al respecto, se apunta a un modelo que "garantice el paso de vehículos a las zonas privadas y la gestión correcta de la ocupación de plazas".

Así, se plantea un control de acceso que "basa su funcionamiento en barreras que se imponen en las fronteras entre el dominio público y los espacios de titularidad privada adyacentes. Esto permite saber en todo momento donde se ubica cada vehículo (se está dentro del aparcamiento público o no) autorizando el paso a los usuarios de las zonas privadas que necesitan discurrir a través del dominio público, en los términos de las servidumbres recíprocamente constituidas, e impidiendo a éstos permanecer más tiempo del necesario para transitar u ocupar una plaza del estacionamiento público. Por otra parte, se garantiza el cuenteo del tiempo de ocupación del aparcamiento público".

Compartir el artículo

stats