La coalición de gobierno entre el BNG y el PSOE para los próximos cuatro años en el Concello ya es efectiva. El alcalde en funciones, el nacionalista Miguel Fernández Lores y el portavoz y cabeza de lista socialista Agustín Fernández, suscribieron ayer el "acuerdo programático" que plasma por escrito el pacto negociado en los últimos días por ambas partes y que establece las bases del cuarto gobierno de coalición entre ambas formaciones en seis mandatos, desde 1999.

El documento incluye 55 "principios programáticos" que abarcan la mayor parte del panorama municipal, desde infraestructuras a personal, pasando por tasas e impuestos, dinamización económica, tráfico o servicios básicos. Además, certifica que los cuatro concejales del PSOE sumarán mañana, en el pleno de investidura, sus votos a los 11 del BNG para designar a Lores como alcalde, que logra así su sexta reelección, mientras que Agustín Fernández será el número dos del organigrama como primer teniente de alcalde y, por tanto, sustituto del titular en sus ausencias.

Tras la firma, el portavoz socialista calificó este acuerdo programático como la "hoja de ruta" para ahondar en un proyecto de ciudad en el que creemos profundamente las dos formaciones", mientras que el regidor mostró su "satisfacción" por un acuerdo basado en la "lealtad" y el "respeto mutuo".

De hecho, su plasmación por escrito apenas ha supuesto una semana de negociaciones, toda vez que el PSOE mostró desde el principio su disposición a pactar. En todo caso, esta coalición incluye entre sus cláusulas un "mecanismo de seguridad" para resolver posibles conflictos que supone una novedad, al menos de manera pública, con respecto a los tres acuerdos de mandatos anteriores entre el BNG y el PSOE.

Lores explicó al respecto que cada grupo tendrá plena autonomía en la gestión de sus áreas "aunque habrá una actuación coordinada y si hay algún conflicto se tratará de resolver por las vías establecidas"- Se trata de una "comisión de seguimiento" de carácter estrictamente político que actuará como "árbitro" en caso de diferencias internas a lo largo del mandato.

Pero por lo declarado ayer y los propios gestos de los protagonistas, la relación entre ellos atraviesa el mejor momento de la historia reciente del Concello e incluso Tino Fernández insistió en que el objetivo es "trasladar a los vecinos que tenemos un proyecto de ciudad desde hace veinte años y que va por el buen camino y a partir de ahora vamos a trabajar con todo el ánimo y la ilusión del mundo para seguir avanzando en esta ciudad amable y reconocida internacionalmente".

Lores detalló los principios básicos del acuerdo de ayer: "cohesión social, respeto por la identidad propia, equilibrio territorial, equidad, políticas redistributivas en beneficio de las personas con más dificultades y limitaciones, fomento de la igualdad real, puesta en valor de los recursos naturales y culturales y respeto por la diversidad". Añadió que "queremos mejorar entre las dos fuerzas políticas la calidad de vida de todos los ciudadanos y potenciar el dinamismo económico de la ciudad, la proyección exterior con un enfoque destinado a la mejora del medio ambiente en general, que será un eje fundamental porque entendemos que no hay futuro ni progreso si no respetamos el medio ambiente".

El acuerdo programático incluye compromisos que el PSOE no aceptaría por separado (como el paseo peatonal a Marín o la planta de compostaje de A Canicouva) y otros que el BNG nunca contempló como el plan de transporte de la Xunta, pero Fernández González dejó claro que "no hizo falta ceder mucho" por parte de ambas formaciones ya que "fue una negociación respetuosa con los principios básicos de cada partido, con programas en los que hay muchas coincidencias". Admitió que hay proyectos, como el paseo a Marín, que "nunca vimos con simpatía, pero en general el acuerdo recoge una clara visión de las necesidades de Pontevedra".

El propio documento señala que su firma fue posible "una vez comprobado que el espacio de coincidencia resulta muy amplio y más que suficiente para poder construir un gobierno de coalición sobre unos fundamentos sólidos que permitan una acción de gobierno ágil para mejorar la calidad de vida de los vecinos".

Tras el pleno de mañana sábado el alcalde firmará la nueva composición del gobierno municipal, en el que todos los concejales contarán con alguna competencia. El reparto de áreas ya está decidido, pero todavía se mantiene en segundo plano. No obstante, además de que Tino Fernández será el primer teniente de alcalde, su grupo asumirá los capítulos de Deportes y Promoción Económica y no se descarta que asuma también los apartados de Educación y Servizos Sociais. Todas las demás quedarán en manos del BNG, entre ellas algunas claves como Personal, Urbanismo o Facenda.

Tanto Lores como el portavoz socialista subrayaron que "cada grupo trabajará en su grupo con autonomía" y volvieron a incidir en la creación de la "comisión de seguimiento" para resolver discrepancias.

Tampoco se ha aclarado todavía qué concejales tendrán dedicación exclusiva o parcial, si bien el Concello tiene la posibilidad de establecer hasta quince sueldos completos. El PP llegó a solicitar algunas de esas dedicaciones, una de ellas para Rafael Domínguez, mientras que se baraja un máximo de ocho para el BNG, incluido el alcalde, mientras que el PSOE podría quedarse con dos, una para el portavoz y la otra dividida entre dos de sus concejales. En todo caso, este asunto requiere de una negociación con la oposición, diálogo que podría acometerse a partir de la próxima semana,.