La Xunta pidió ayer, por primera vez desde que se produjo este caso el pasado mes de abril, disculpas a los miembros del jurado que participaron en el conocido como "crimen de la desbrozadora de A Cañiza" y que no recibieron la atención adecuada y ningún tipo de recurso para realizar esta labor, competencia que corresponde a la administración autonómica.

Fue el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el encargado de pedir disculpas en nombre del gobierno gallego a los miembros de este jurado popular, en el que uno de los integrantes llegó a interponer una queja formal por la desatención recibida. Cabe recordar, por ejemplo, que durante las largas jornadas de deliberación no tuvieron ni suministro de agua y que tuvo que ser el propio tribunal el que gestionase a medianoche e "in extremis" un lugar en el que pudieran cenar y también un hotel en el que pernoctar incomunicados como establece la ley.

Rueda pidió disculpas durante la respuesta a una pregunta formulada por la diputada socialista Patricia Vilán, que llevó este caso en dos ocasiones al Parlamento gallego. El vicepresidente se comprometió a "saber qué pasó para evitar que se vuelva a producir". El responsable de Xustiza explicó que la vista oral y las deliberaciones de este juicio sufieron una "prórroga de los días que estaban inicialmente previstos" y que esta modificación acabó afectando al jurado popular en la forma antes indicada. En cualquier caso, el vicepresidente también señaló esta incidencia como un caso puntual, dado que de los más de 150 juicios con jurado celebrados en Galicia desde que esta competencia es autonómica, tan solo se ha registrado este tipo de errores en uno de ellos, razón por la que no se debe dudar del funcionamiento del sistema. El vicepresidente reprochó a Vilán que denuncie este caso "con otro tipo de intención" y no pensando en "que las cosas funcionen mejor".

"Imprevisión"

Por su parte, la diputada socialista agradeció a Rueda que la Xunta pide por primera vez disculpas por lo sucedido, y acusó al gobierno gallego de "imprevisión" por haber dado pie a una situación como la vivida, dado que, añadió, la administración autonómica conoce los sorteos de los juicios con jurado con una antelación de unos dos meses.

No es habitual que las deliberaciones se prolonguen tanto que los jurados tengar que quedar a dormir, de ahí que no se detectasen estas anomalías, pero en el primer caso en muchos años que hubo que gestionar estos servicios, fue cuando se produjo este error.