El pacto de gobierno entre el BNG y el PSOE en el Concello, el cuarto desde 1999, es ya una realidad. Los líderes de BNG y PSOE en Pontevedra, Miguel Fernández Lores y Agustín Fernández, respectivamente, han firmado hoy el compromiso para que ambas formaciones gobiernen conjuntamente el Concello.

De este modo Lores será vinvestido alcalde este sábado con los votos a favor de ambos partidos, que suman 15 de los 25 ediles de la Corporación mientars que Fernández será el primer teniente de alcalde.

Este acuerdo, según el alcalde de Pontevedra en funciones, "satisface" ambas partes y estará basado en la "lealtad" y en el "respeto mutuo" entre los dos partidos.

BNG y PSOE, ha explicado Lores, tendrán "autonomía" en sus respectivas áreas de gestión, aunque ha garantizado que habrá un gobierno "único" y una gestión "coordinada".

Al respecto, ha añadido que se creará una comisión de seguimiento encargada de resolver las posibles "discrepancias" que puedan surgir durante el mandato de cuatro años.

El dirigente del PSOE ha destacado, por su parte, que este acuerdo marca una "hoja de ruta clara, equilibrada y compensada" para "profundizar" en un proyecto de ciudad en el que ambos partidos "creemos profundamente".

Ese nuevo gobierno bipartito trabajará con la "máxima ilusión" para seguir haciendo de Pontevedra una ciudad "respetuosa, amable y reconocida mundialmente", ha dicho Fernández.

El socialista ha subrayado que la negociación de este acuerdo no ha sido complicada ante las "muchas coincidencias" entre sus respectivas formaciones.

Ambos dirigentes han detallado los principios programáticos en los que se basa este acuerdo y que, según han explicado, priorizará la cohesión social, el respeto a la identidad, el equilibrio territorial, la equidad entre los ciudadanos, las políticas redistributivas, el fomento de la igualdad, la puesta en valor de los recursos naturales o el respeto a la diversidad.

Todo ello, han insistido, estará encaminado a mejorar la calidad de vida de los pontevedreses, potenciar el dinamismo económico de la ciudad, seguir impulsando la proyección exterior de Pontevedra, avanzar en el equilibrio territorial entre la zona urbana y las parroquias del rural, y con un enfoque en políticas ambientales.

Lores y el portavoz socialista, Agustín Fernández, firmaron a las 13.00 horas de hoy en el Concello el acuerdo programático 2019-2013, el primer paso en firme para la coalición, con el objetivo de que mañana esté cerrada la segunda parte del pacto, es decir, el reparto de áreas y competencias y el siempre delicado asunto de las dedicaciones exclusivas.

Las infraestructuras y el modelo urbano son dos de los ejes del documento. En el primer caso se trata de aprovechar la presencia del PSOE en el Gobierno central para que los socialistas pontevedreses "presionen" la ejecución de actuaciones pendientes, entre ellas completar la A-57 para que sea una verdadera circunvalación con los dos tramos pendientes de obra (entre Marcón y Barro), reformar el Nudo de Bomberos y llevar a cabo la conexión peatonal entre Mollabao y Placeres a lo largo de la autovía de Marín. Este último proyecto nunca fue aceptado por el PSOE local, que logró frenarlo en Madrid, pero el acuerdo que se firma hoy incide en su desbloqueo.

Vías sanitarias

En cuanto al modelo urbano, la "joya" del gobierno nacionalista, el pacto establece su potenciación y "continuar en esa línea" sin hacer referencia expresa a algunas de las demandas históricas del PSOE, en especial las "vías sanitarias libres de lombos". El BNG no aceptaría ningún pacto que incluyera la eliminación de estos pasos sobreelevados, pero sí ha aceptado que se encargue a un técnico especialista el estudio de posibles alternativas a los "lombos" en determinadas calles de acceso a los hospitales.

Tras la firma programática de hoy, quedará pendiente para mañana el acuerdo sobre el reparto de competencias. Una de las primeras premisas es que el apartado de Personal quedará en manos del BNG, un capítulo donde el equipo de Lores quiere aplicar "un giro radical" tanto en el diálogo con la plantilla como en el funcionamiento interno de toda la administración. De hecho esta fue una de las iniciativas electorales que repitió con más insistencia la candidatura nacionalista durante la campaña.

Por su parte, el PSOE aspira a hacerse con delegaciones que ya asumió en anteriores gobiernos en coalición y se da por seguro que sus cuatro concejales estarán al frente de Deportes (que el propio Agustín Fernández dirigió entre 2011 y 2015) y de Promoción Económica. Desde el BNG se ha advertido a los socialistas que deben aquilatar las tareas al número de concejales con los que cuentan y la disponibilidad de cada uno.

Salarios

Es aquí donde se debe resolver el asunto de las dedicaciones exclusivas. Se estima que el BNG podría contar con ocho (ya que González Carballo, César Mosquera y Pilar Comesaña están jubilados y no sería necesario asignarles suelo) y se da por seguro que Fernández también tendrá salario en las filas socialistas. La formación también desearía dividir otra dedicación entre Gloria Blanco y Paloma Castro, pero aún no está decidido.

Aunque el acuerdo que se firmó hoy llega apenas dos días después del inicio formal de las conversaciones, el pasado martes, lo cierto es que los contactos entre BNG y PSOE comenzaron mucho antes con conversaciones telefónicas, reuniones informales y negociaciones discretas.

Fue después de varios de esos encuentros, con un acuerdo ya muy cercano, cuanto Lores y Fernández comparecieron para señalar que "hay base suficiente para llegar a un acuerdo".

Ninguna de las dos partes implicadas admite abiertamente que el sábado estará todo resuelto, pero sí se reconoce en privado que "lo más probable" es que tras la investidura el alcalde designe un gobierno conjunto.