Agentes de la Policía Autonómica han requisado 17,6 kilos de almeja a dos mariscadores furtivos que fueron sorprendidos en un dispositivo de vigilancia desplegado en las zonas de Campelo y Combarro, en Poio. El operativo, desarrollado en colaboración con los guardias rurales de la cofradía de San Telmo, logró detectar a estos dos hombres extrayendo las almejas de manera furtiva.

Al detectar la presencia policial, los dos individuos se dieron a la fuga y escondieron un saco que contenía el marisco que habían capturado. Los agentes se incautaron del saco y devolvieron las almejas al mar.

Ninguna de estas dos personas, según señalaron fuentes de la Policía Autonómica, tenía permiso o autorización para extraer marisco de la ría de Pontevedra. Este producto tenía además como destino final el consumo humano, lo que supone un riesgo para la salud de las personas al no pasar por ningún tipo de control o depuración.

Uno de los investigados acumula varios expedientes sancionadores por infracciones de la Ley de Pesca de Galicia, que han supuesto la apertura de más de 120 expedientes y la captura de unos 1.300 kilos de almeja. Las multas pueden alcanzar los 30.000 euros cuando un individuo infringe la normativa en reiteradas ocasiones.