El general de la Brilat, Antonio Romero Losada, acaba de regresar de Líbano en donde estuvo al mando de unos 3.500 hombres de la fuerza internacional de la ONU desplegados en el Sector Este de la frontera con Israel, vigilando la "frágil" paz, como el mismo comprobó, que existe entre estos dos países. Un destino desde el que siguió también con preocupación el ataque que sufrieron sus hombres en Mali y que, gracias a su preparación, pudieron repeler con éxito. En el día en el que la Brigada Galicia celebra su LIII aniversario, hace una valoración de ambos despliegues y de los retos futuros de la unidad. El que se perfila como más probable, a un año vista, sería regresar a formar parte de la Brigada VJTF de la OTAN con un batallón de Pontevedra.
-¿Qué balance hace de los despliegues de la Brilat en Líbano y Mali, ambos ya finalizados con éxito?
-La verdad es que, gracias a Dios, ha terminado todo muy bien. Las dos misiones se han llevado a cabo con éxito y sobre todo en ambas ha habido complicaciones fuera de lo normal. Como usted ya sabe, en Mali ha habido un atentado contra la base que permitió a nuestra gente demostrar la alta preparación y nivel que tienen en una acción muy exitosa y muy valorada. Y en Líbano también tuvimos una operación que lanzó el 4 de diciembre el ejército israelí para neutralizar unos túneles y también la Brilat estuvo allí a la altura de las circunstancias, reaccionando adecuadamente. Con lo cual, estamos muy satisfechos de las dos misiones.
-¿Fueron esos los momentos más complicados en ambos despliegues?
-Sí, efectivamente, fueron los momentos más conflictivos. La situación en Mali se ha deteriorado bastante últimamente y por eso la misión en ese país ha sido difícil durante todo el periodo, los seis meses que hemos estado allí. Quizá ese (el del atentado suicida) ha sido el momento más crítico dentro de una misión que es difícil de ejecutar con un riesgo añadido que en este caso fue resuelto de forma excelente por los efectivos, en este caso, del Batallón Zamora del Regimiento Isabel la Católica. En Líbano también hubo algún otro momento difícil, además de la operación de los túneles antes citada, hubo otra situación delicada cuando nos pidieron ayuda para realizar una serie de trabajos de desmontaje que tenía que hacer el ejército de israelí en una zona muy cercana a la población libanesa. Algo que podría llevar una escalada de tensión o de violencia en la zona, de tal forma que nos ofrecimos nosotros a hacer el trabajo en una solución que fue bastante acertada y muy valorada tanto por Naciones Unidas como por las dos partes a cada lado de la frontera.
-En el caso de Mali la actuación de los soldados de la Brilat evitó que hoy estuviéramos hablando de un atentado con un posible coste de vidas muy alto, ¿no es así?
-Sí. Pudo haber sido una catástrofe si logran entrar en la base puesto que había vehículos cargados con hasta 500 kilos de explosivos. Gracias a Dios la reacción de los soldados fue magnífica y demostraron un gran valor y así se lo vamos a reconocer, porque su valor fue excepcional.
-En el momento de ese atentado en Mali usted estaba dirigiendo la misión en Líbano, ¿cómo vivió el incidente que afectaba a sus hombres como General de la Brilat desde la distancia?
-La verdad es que la primera noticia me llegó a través de la ministra de Defensa que me llamó personalmente, dado que quería darme la noticia ella. Luego fuimos viendo lo que decían los medios de comunicación y poco más tarde pude comunicarme directamente con los mandos allí en Mali, tanto el jefe del Batallón como del contingente de la Brilat y pudieron contarme más en detalle lo sucedido. La verdad es que fue una preocupación grande al principio, pero la llamada de la ministra me confirmó que había sido una reacción muy buena por parte de nuestra gente y la preocupación pasó un poco a transformarse en una satisfacción enorme.
-¿Frente a los momentos más complejos, cuáles serían aquellos más satisfactorios?
-De Mali no le puedo contar excesivos detalles, dado que yo estuve desplegado en Líbano, pero de este país sí le puedo decir que los momentos más satisfactorios han sido el ver como ciertas poblaciones que eran reticentes al paso de los vehículos de Naciones Unidas se han abierto a nosotros a lo largo de estos meses gracias al trabajo de nuestra gente y del contacto con la población a través de proyectos civiles que hemos hecho en colegios, dando clases a niños..., la verdad es que se han abierto numerosos canales de comunicación con la población y esa es una satisfacción enorme. Ver que unos niños pueden jugar incluso en invierno porque tienen un patio cubierto gracias a los proyectos españoles es una satisfacción muy grande.
-¿Cómo fue la recepción de la población local?
-Muy agradecida por todos estos proyectos y por nuestra actitud hacia ellos. Los españoles en general somos muy empáticos con la población local y eso lo agradecen mucho.
-¿Cómo percibió la situación en la frontera entre Líbano e Israel, siempre tan conflictiva?
-Lo cierto es que siempre se nos dice que es, en teoría, una situación de calma tensa y, en principio, cuando llegas allí, lo ves todo muy calmado. No obstante, de pronto, cuando el 4 de diciembre Israel lanza la operación "Northern Shield" (Escudo del Norte) para eliminar esos túneles; de repente todo se tensionó. Comenzaron las fuerzas libanesas a desplegarse y hubo un momento de tensión bastante grande en el que realmente temimos que se rompiese la paz y se iniciase otra vez el conflicto. Y todo ocurrió en cuestión de días. La situación es de calma, es normal, la población civil lleva una vida totalmente normal casi como la que se puede llevar aquí, pero la fragilidad de la paz es enorme. En cualquier momento, cualquier cosa, puede hacer estallar la paz en pedazos. Eso sí es real y lo pudimos vivir allí.
-¿Cuáles son los retos de la Brilat tras estos dos despliegues internacionales?
-En principio ahora nos toca rehacernos un poco de estas dos misiones, recomponer las unidades y afrontar un periodo de instrucción preparándonos para cualquier cometido que nos puedan encomendar. Más adelante, probablemente, entraremos otra vez en el ciclo de la VJTF como hicimos ya en el pasado, aunque esta vez no con toda la Brigada sino con un batallón que seguramente será de aquí de Pontevedra. Más adelante, de aquí a dos años vista, volveremos al ciclo de disponibilidad para las operaciones en el exterior.
-¿Eso significa dos años mínimo de preparación antes de afrontar nuevas misiones internacionales?
-Calculo que como mínimo hasta que volvamos a desplegar en zona de operaciones pasará al menos un año.
-¿Y esa probable participación en la Brigada de Alta Disponibilidad de la OTAN, se sabe para cuando?
-Yo creo que en el 2020 podrá ser, pero todavía no es seguro, es algo que aún se está perfilando.
-Lo más inmediato, como cada año, la "Operación Centinela Gallego" de vigilancia de los montes contra los incendios...
-Así es. El 15 de julio como todos los años empezaremos otra vez a vigilar los montes y lo hacemos con mucha ilusión. Como sabe es una operación que tanto a la tropa como a los mandos de la Brilat les gusta especialmente dado que sentimos muy de cerca el reconocimiento de la población a nuestra labor y eso nos llena de satisfacción. Muchas veces trabajamos en campos de maniobras y en nuestras bases en donde nadie nos ve ni sabe lo que estamos haciendo. Esta operación es muy agradecida y la hacemos con mucha alegría y satisfacción. Es una misión muy bonita.
-Los datos dicen que además es muy efectiva...
-Sí. La labor de la Brilat en este ámbito es muy eficaz y las zonas en las que estamos desplegados prácticamente no registran casi ningún incendio, nada más que conatos, y vamos a esforzarnos a tope para que este año vuelva a ser igual.
