El Banco de Alimentos se encuentra al límite de sus reservas. En el almacén que la institución tiene en la calle Faustino Santalices de Pontevedra están echando mano de las reservas de verano y, vista la evolución, no serán suficientes para llegar a septiembre. El incremento de usuarios, especialmente de origen venezolano, está detrás de esta difícil situación.

"Por el momento ya hemos repartido 44 toneladas", explica José Luis Doval, que recuerda que es una cantidad muy elevada de alimentos teniendo en cuenta que todavía estamos en los primeros días del mes de junio. "De seguir así, será difícil que el stock de alimentos no perecederos que se distribuyen llegue para toda la época estival. Estamos bajo mínimos", se lamenta Doval.

Entre las principales causas de este aumento en el consumo de existencias del almacén pontevedrés destaca el incremento de población de origen sudamericano. Así lo constata su responsable. "Ahora, entre nuestros usuarios, hay muchas más personas procedentes de países como Venezuela, Ecuador o Perú, sobre todo del primero, que no tienen absolutamente nada y que llegan al país sin un contrato de trabajo, por lo que necesitan de la ayuda para poder salir adelante. Vienen con lo puesto", resume.

Pero no es solamente la crisis de Venezuela la que se deja notar en la gestión de alimentos. En Pontevedra hay desde hace tiempo un problema de cronificación de pobreza. Son, básicamente, personas de entre 50 y 60 años que en su momento se quedaron en el paro y que nunca más volvieron a trabajar. "Sobreviven a base de las ayudas del Gobierno y de nuestros alimentos", subraya José Luis Doval.

En este sentido, apela a la empatía. "La empatía debería ser una asignatura obligatoria en todos los colegios. Los políticos tienen empatía cero con los ciudadanos que peor lo están pasando", considera.

Por el contrario, recalca que la ciudadanía en general muestra ser muy solidaria. "Los pontevedreses, siempre que pueden, contribuyen con sus aportaciones", subraya.

La Fundación Provincial Banco de Alimentos repartió más de 255.000 kilos de comida durante el año pasado en Pontevedra y su área de influencia, una cifra que forma parte del cerca de los 2 millones de kilos de alimentos contabilizados y entregados en toda la provincia.

Próxima recogida

La próxima recogida tendrá lugar en el fin de semana del 14 y el 15 de junio en los supermercados Eroski de Pontevedra y de Marín. Aunque si hay una recogida que es capaz de llenar las estanterías del almacén es la que tiene lugar en la época navideña, conocida como la Gran Recogida. En la del año pasado se recaudaron 330.000 kilos de comida a nivel provincial.

El Banco de Alimentos cerró 2018 trabajando con 35 colectivos sociales de la comarca de Pontevedra que llegaron, a su vez, a unas 5.000 personas vulnerables. De este modo, se cubrieron el 35 por ciento de las necesidades básicas de las personas que, por distintos motivos, no atraviesan su mejor momento.

Entre los alimentos distribuidos destacaron 62.000 litros de leche, 33.370 kilos de quesos y yogures, 26.000 kilos de pasta, 21.000 kilos de arroz o 16.392 litros de aceite.

La institución fue creada en 1995 en Vigo. Se trata de una ONG apolítica y aconfesional que dedica sus esfuerzos a hacer cumplir uno de los derechos humanos más fundamentales: el acceso a una alimentación suficiente, segura y saludable de manera gratuita. El almacén de la ciudad del Lérez cumple en 2019 cinco años de existencia.

Su funcionamiento es mérito única y exclusivamente del trabajo desinteresado de los voluntarios que a diario reciben, clasifican y entregan los alimentos que particulares y empresas donan de forma altruista.