El juzgado de lo Penal 3 de Pontevedra ha condenado a penas que van de los seis meses a un año y medio de prisión a seis personas, cinco empresarios y el exjefe del parque de maquinaria de la Diputación por una trama de facturas falsas y contabilidad en "B" que giraba en torno a la empresa Hormigones Tudenses.

La sentencia se dicta después de que el pasado mes de febrero se sentasen en el banquillo de los acusados cinco empresarios y este trabajador de la Diputación ya jubilado. El fiscal retiró la acusación contra uno de los empresarios acusados de elaborar estas facturas falsas, Faustino C.V., por lo que resulta absuelto.

Otros tres empresarios reconocieron los hechos y aceptaron las penas que solicitaba la Fiscalía con una importante rebaja al aplicárseles la circunstancia atenuante de reparación del daño. Entre ellos figuraban un padre y un hijo,Manuel C. R. y José C. A.,responsables de la firma de hormigones con sede en Tui, así como los empresarios Francisco B. A., Jaime L. L., y Manuel F. M.

Según el relato de hechos probados de la sentencia, Hormigones Tudenses, empresa hoy día ya extinguida, realizó ventas de hormigón en "B", sin contabilizar ni expedir factura completa y sin declarar IVA ni en el impuesto de sociedades. Además, contó con la colaboración de los otros empresarios para elaborar facturas falsas, que simulaban operaciones que nunca existieron. A estas operaciones las dotaban de apariencia de realidad a través del correspondiente pago por banco, importe que luego era devuelto sin el IVA.

Según la sentencia, solo entre los años 2008 y 2013 la empresa facturó en "B" dos millones de euros por ventas de hormigón; y elaboró facturas ficticias por importe de 1,6 millones de euros, según la sentencia dictada por el juzgado de lo Penal número 3 de Pontevedra. La empresa tenía una doble contabilidad, con la oficial y la real que recogía estas operaciones en "B" y ficticias

Aunque estas cinco personas habían reconocido los hechos, no ocurrió lo mismo con el exjefe del parque de maquinaria de la Diputación que se sentaba en el banquillo. En este caso, la Fiscalía le acusaba de colaborar con los empresarios responsables de la empresa de hormigones para elaborar también una factura falsa por el hormigón para una obra que estaba ejecutando el ente provincial. Carlos B. L. hoy la jubilado, ostentaba en 2011 el cargo de jefe del parque de maquinaria y aseguraba que, efectivamente, aquella partida de hormigón se compró y sí que existió, utilizándose para una obra que ejecutó el ente provincial en aquel entonces en las obras de ensanche del vial Covelo-Barciademera.

Factura ficticia

Sin embargo, en su fallo la magistrada del juzgado de lo Penal 3 concluye que, efectivamente, aquella factura emitida por Hormigones Tudenses a la Diputación no se corresponde con un suministro real de hormigón, "siendo por tanto una factura ficticia". Dado que el acusado en ningún momento alegó "error o desconocimiento" a la hora de firmar aquel documento, considera el juzgado que es autor de un delito de falsedad en documento mercantil "ya que plasmó su firma en el documento a sabiendas de que no se ajustaba a la realidad". Y ello "independientemente de que se concertara" con los responsables de la empresa de hormigones o de los motivos que pudiera tener para ello.

Por este motivo, le impone una pena de seis meses de prisión frente a los dos años y tres meses que solicitaba el Ministerio Fiscal. La defensa solicitaba su libre absolución.