Los facultativos llevan años pidiendo más seguridad en los centros del área sanitaria. "Lo hacemos desde hace años, pero el presupuesto es el que es", reconoce Pedro Silva, secretario del Colegio de Médicos de Pontevedra. "Por lo menos en los puntos de atención continuada, PAC, y en las Urgencias hospitalarias debería haber un método de disuasión que funcionara para evitar las agresiones", añade. "Lo mejor sería la seguridad tanto privada como pública, con la que ya contamos, pero es que la Policía no va a estar en todos los centros", admite.
La Policía Nacional cuenta con un interlocutor territorial sanitario que trabaja a través del "Protocolo sobre medidas de seguridad a adoptar frente a agresiones a profesionales de la salud". Este interlocutor tiene un ámbito de actuación de tres concellos: Pontevedra, Marín y Vilagarcía. Trabaja mano a mano con otro que se ocupa del ámbito propio de la Comisaría de Vigo.
Su trabajo se refiere tanto a a los centros de salud y hospitales públicos como privados. Cada uno de ellos es clasificado en un nivel de riesgo. Así, por ejemplo, el Hospital Montecelo, el de más actividad del área sanitaria pontevedresa, está incluido en el nivel medio.
Por otro lado, la gerencia del CHOP puso en marcha hace unos meses una aplicación en los ordenadores y teléfonos móviles de los profesionales sanitarios a través del cual pueden solicitar la ayuda de sus compañeros si están siendo agredidos. La idea es que haciendo un grupo se disuada al agresor.
