Siete de cada diez personas a las que les han sido diagnosticadas enfermedades inflamatorias inmunomediadas son mayores de 40 años, siendo los pacientes entre 61 y 80 años el grupo poblacional en el que más impactan.

Suelen padecer una o varias de esa dolencias, ya que es frecuente la comorbilidad y se añaden en ocasiones factores como el componente genético, que multiplica el impacto en una misma familia.

En caso de que estas dolencias no se diagnostiquen y traten a tiempo (hoy se dispone de tratamientos que permiten mejorar la calidad de vida de los pacientes) pueden generar distintos grados de discapacidad.