En los concellos de menor población de la comarca, las elecciones municipales del pasado domingo han servido, en tónica general, para que los alcaldes y gobiernos en el poder hubieran consolidado sus posiciones, no solo a costa de la oposición sino en muchas ocasiones también de sus respectivos socios de gobierno, asaltando incluso mayorías absolutas históricas en muchos municipios. Con la excepción de Caldas, en donde el principal partido (el PSOE) sufrió un pequeño retroceso; y Poio, en donde el BNG también se resintió, los gobiernos locales se afianzaron en el resto de municipios en estas elecciones. En Marín y Sanxenxo los gobiernos del PP también reforzaron sus mayorías. La izquierda tiene a su alcance siete concellos, los mismos que el PP.

Ponte Caldelas. Es el caso por ejemplo de Ponte Caldelas, Barro y Cuntis. En el primero de estos ayuntamientos, el actual alcalde, Andrés Díaz, dobla el porcentaje de voto del PSdeG-PSOE en 2015 y pasa de los tres concejales que le permitieron formar un gobierno tripartito con BNG y AVP (con dos ediles cada uno) a un total de 8 concejales y un 52% de los votos, logrando una mayoría absoluta amplia ya con AVP integrada en su candidatura. El PP pasa de cosechar un 44% de los sufragios a un 24% de los votos y cae de 6 a 3 concejales, mientras que el socio de los socialistas en el gobierno, el BNG, se mantiene con dos ediles pese a un ligero aumento de los sufragios.

Barro. Otro caso en el que un alcalde en minoría no solo consolida su gobierno sino que pasa de ser segunda fuerza a convertirse con mucha diferencia en la alternativa más votada por los vecinos. El nacionalista Xosé Manuel Fernández Abraldes logra un resultado histórico al situar al BNG con 1.166 votos, casi el doble de los obtenidos en 2015, frente a los 782 sufragios que obtuvo el candidato del PP, José Antonio Landín Eirín. El Bloque logra la mayoría absoluta con 6 ediles por 4 del PP, por lo que podrá gobernar en solitario. Su hasta ahora socio de gobierno socialista, pierde ligeramente apoyos en una campaña muy polarizada entre BNG y PP pasando de 491 a 377, un descenso suficiente para perder un edil y quedarse con tan solo uno.

Cuntis. En Cuntis el alcalde socialista Manuel Campos también logra convertir cuatro años al frente de un gobierno coaligado en una mayoría absoluta amplia en este caso debido a una auténtica debacle del PP que pasa de tener 5 ediles y ser la fuerza más votada a tan solo dos. Los populares se dejaron en el camino la mitad de los 1.286 votos que cosecharon en 2015 mientras que el PSOE pasa de 742 a 1.605 sufragios. Veciñanza también baja aunque mantiene concejales y el BNG desaparece de la Corporación.

Portas. Es el cuarto concello de la comarca en el que el gobierno local convierte una mayoría simple en una absoluta. Con el handicap de que en este caso lo hace con distinto alcalde. Ricardo Martínez, quien toma el relevo de Víctor Estévez. Este último llegó a la Alcaldía como lista más votada en 2015 pero empatado a ediles con VUP, el partido del excaldado Roberto Vázquez. La ausencia de este último, que por primera vez no se presentó en las listas, provocó un bajón de los independientes hasta los dos concejales. Pasan a ser tercera fuerza superados por el BNG (dos ediles) y el PSOE entra en la Corporación (1 edil). El quinto gobierno con mayoría simple que avanza hacia la absoluta sería Sanxenxo.

Las mayorías se refuerzan

Pero no solo gobiernos en minoría avanzan hacia las mayorías absolutas. Hay alcaldes y alcaldesas que ya ostentaban el bastón de mando con holgura que ven reforzada su posición.

A Lama. En el caso de A Lama, el PP y Jorge Canda ya gobernaban con mayoría absoluta con seis concejales, pero el 50% de los apoyos de 2015 se convirtieron esta vez en un 56%, obteniendo siete ediles. El PSOE cae de cautro a dos concejales (lo que llevó a su portavoz Kike Vaqueiro a anunciar a través de las redes sociales su intención de dar paso a una alternativa en la secretaría general de la agrupación municipal socialista) Ciudadanos conserva un edil y el BNG entra en la Corporación municipal.

Moraña. La popular Luisa Piñeiro también gobernaba Moraña con una mayoría absoluta de seis ediles, pero en estas municipales incrementó en nueve puntos sus apoyos y obtuvo el séptimo edil a costa de un descenso del PSOE de dos concejales que se reparten entre el propio PP y el BNG que sube de uno a dos.

Cerdedo-Cotobade. El panorama previo a la fusión en los concellos de Cerdedo-Cotobade ya dibujaba mayorías para el PP en sendas corporaciones. Tras la fusión, faltaba por medir que impacto iba a tener la creación del nuevo Concello en la primera Corporación de este municipio. Y el mandato dirigido por Cubela al frente de la gestora fue refrendado en las urnas con una amplísima mayoría que le da 9 concejales, por tres del PSOE y uno del BNG, conformando la primera Corporación de la historia de este municipio. Los populares aglutinaron el 65% de los votos y ganaron en todas las mesas del municipio, en algunas de ellas con un apoyo de hasta el 81%. El Partido Socialista obtuvo el 25% de los apoyos y el Bloque Nacionalista Galego algo menos del 9 por ciento.