Con la puesta en servicio, en abril de 2015, del Eje Atlántico, se produjo una recuperación de usuarios muy notable gracias a la reducción de los tiempos de viaje de Pontevedra con Vigo, Vilagarcía, Santiago y A Coruña. Así se reconoce en el plan de transporte público de Galicia de la Consellería de Infraestruturas. Aunque la competencia con el autobús en materia de precios no beneficia al tren, la Xunta sí admite que el transporte por carretera pierde progresivamente viajeros y apunta que "gran parte de este fenómeno se puede explicar por el trasvase de viajeros de las líneas regulares de autobuses a otros modos de transportes, especialmente al ferrocarril, como consecuencia de la progresiva extensión de la red de ferrocarril de alta velocidad".

El plan autonómico admite que "en Galicia, se refleja una importante reducción del movilidad en autobús en las provincias de A Coruña y Pontevedra, a partir de la progresiva puesta en servicio de las nuevas líneas de ferrocarril del Eje Atlántico".