El malestar de los trabajadores del área sanitaria de Pontevedra se ha vuelto a visibilizar a través de diferentes acciones en las que el objetivo es el mismo: la defensa de la sanidad pública.

A mediodía, trabajadores de diferentes centros de salud protagonizaron concentraciones silenciosas a sus puertas en apoyo a sus colegas del área sanitaria de Vigo, en huelga. El lema fue "Por una Primaria Digna-Vigo somos todos". La protesta volverá a repetirse hoy martes.

La carga asistencial por facultativo, los recortes y el no reemplazamiento de los profesionales de vacaciones o de días libres, que hacen mella en la atención al paciente, son los principales motivos que han llevado a los trabajadores a manifestarse en contra de la gestión de la Atención Primaria por parte del Servizo Galego de Saúde.

Para hoy está prevista una concentración a las 20 horas delante del centro de salud Virxe Peregrina para denunciar "el grave deterioro de la Atención Primaria en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés".

A Compostela

Por otro lado, Prosagap protagonizó ayer su IV Marcha Eventuais do Sergas en Santiago de Compostela. Desde Pontevedra se fletó un autobús que partió rumbo a la capital gallega.

"Hace cuatro años que salimos por primera vez a las calles para hacer visible nuestra situación. En aquel momento parecía que nadie se daba cuenta de que existíamos", aseguran los trabajadores eventuales de la sanidad pública.

"Es hora de insistir con más fuerza, de dejar claro que merecemos unas condiciones de trabajo dignas, que merecemos estabilidad, que merecemos que se nos trate en igualdad, que somos trabajadores de la Sanidad y no esclavos de nadie", informan.

La eventualidad supone, especialmente en profesiones como la de Enfermería, contratos de días e incluso horas, así como la disponibilidad completa de la vida personal ante una llamada desde el Sergas para trabajar. Una negativa implica irse un año de las listas, mientras que una segunda negativa, aunque pesen motivos familiares, supone quedarse fuera para siempre.

"No hay partido, Administración, gerente o sindicato que puedan pararnos. Esta marcha la iniciamos hace cuatro años porque nadie reparaba en nuestra situación, siempre a la vista de todos", afirman.