Los sindicatos de prisiones Acaip-UGT, Comisiones Obreras, CSIF, CIG y ATP alertaron ayer de un "progresivo aumento de la conflictividad" en la prisión de A Lama como pone de manifiesto el hecho de que hayan vivido tres incidentes graves con agresiones a funcionarios en apenas diez días.

El último caso, y quizá el más grave, ocurrió el lunes cuando un interno violento agredió ayer a tres funcionarios de la prisión. El incidente tuvo lugar en el módulo 11, que se está ocupado por presos multirreincidentes. Este interno agredió a uno de sus compañeros, hecho que motivó la rápida intervención de los funcionarios para resolver el incidente. Una vez que pusieron calma en la situación, se decidió el traslado de este interno al módulo de aislamiento. Sin embargo, una vez allí, cuando los tres funcionarios de servicio se disponían a proporcionarle un colchón para la celda, el interno se abalanzó sobre ellos nada más abrirse la puerta. Aunque lograron echarlo al suelo, no conseguían reducirlo debido a la gran fortaleza física y a la "extrema violencia mostrada por el recluso", explican fuentes sindicales.

La rápida intervención de otros tres funcionarios del Módulo 14 que acudieron para ayudarlos contribuyó a resolver el incidente, inmovilizando al preso. No obstante, éste siguió profiriendo todo tipo de amenazas hacia los trabajadores y no cesó en su actitud, por lo que fue necesario proceder a aplicar la sujeción con correas en una celda especial hasta que cesó su resistencia. Según denuncian los sindicatos, "se da la circunstancia de que la celda del departamento de Aislamiento destinada a este fin se encuentra inutilizada, pues está situada en la galería que actualmente ocupa "en exclusiva" el considerado como preso más peligroso de España", el conocido como el "Hannibal Lecter español". Por tanto, el recluso que protagonizó la agresión hubo de ser trasladado a un departamento alejado, el de Enfermería, que dispone de celdas con este tipo de camillas. Las centrales sindicales denuncian que la Enfermería se utiliza actualmente como "cajón de sastre" para todo tipo de situaciones no siempre relacionadas con cuestiones médicas. A consecuencia de este altercado resultaron lesionados dos de los funcionarios que intervinieron. En principio las heridas no revisten gravedad.

Según denuncia Acaip-UGT, CC OO, ATP, CSIF y CIG, este "es el tercer incidente grave que se produce en el penal pontevedrés en los últimos diez días, si contamos solo aquéllos en los que se ven involucrados los funcionarios, pues las peleas y ajustes de cuentas entre internos son rutinarias en el medio penitenciario".

Explican que solo diez días antes, un nutrido grupo de funcionarios había tenido que emplearse a fondo para reducir a otro interno del módulo 14 caracterizado por su gran envergadura física, si bien en esta ocasión no hubo que lamentar daños.

"Situación explosiva"

El día 12 se vivió "otra situación explosiva", que los sindicatos achacan "a la alegría con que se implementan experiencias novedosas con internos de máxima peligrosidad". En este caso se trataba de un preso que, estando clasificado en primer grado (el más restrictivo), "fue progresado a un régimen mucho más relajado" en donde se sigue un programa de deshabituación de drogas y que desde hace unos meses es mixto. Una serie de problemas de convivencia motivaron la expulsión del preso, quien, al comunicarle que debía abandonar el módulo, "reaccionó de manera extremadamente agresiva". "Se parapetó en la celda, rompió una silla de plástico con la finalidad de utilizar las patas como arma y roció el suelo con gel de baño para provocar que los funcionarios resbalaran", explican. "A continuación salió al pasillo de la galería y se situó al fondo blandiendo dos patas de la silla con aristas afiladas y retando a los trabajadores" que tuvieron que intervenir provistos de trajes de protección y escudos. Tras "un largo forcejeo consiguieron ponerle los grilletes y trasladar a Aislamiento a este interno", señalan. A consecuencia de este incidente, algunos funcionarios sufrieron contusiones pero de escasa consideración.