Nadie quiera dar por sentado, ni los que suben ni los que bajan, y ninguno de los candidatos se fía al completo de las encuestas, aunque todos admiten que "marcan tendencias". La prudencia marca las reacciones de los principales cabezas de lista a las elecciones municipales en Pontevedra tras publicar FARO el trabajo demoscópico que otorga al actual alcalde y aspirante a la reelección, Miguel Fernández Lores, una horquilla entre 12 y 13 concejales, con el 46% de los votos, que acercaría al BNG a la mayoría absoluta, mientras que el PP rondaría los siete ediles (igual que ahora) y el PSOE se consolida uno más que en la actualidad, mientras que Ciudadanos y Marea se quedarían en uno cada uno, en el mejor de los casos.

El candidato del BNG deja claro que hasta la noche del próximo viernes, cuando concluye la campaña electoral, "pelearemos hasta el último voto" y lanza dos advertencias que ya ha formulado en días pasados: "Evitar el exceso de confianza" y "el riesgo de vuelta atrás" si el BNG no gobierna.

"Nunca valoramos las encuestas, pero sí analizamos tendencias que muestran y la de FARO pone de manifiesto claramente que hay dos alternativas: o el BNG saca mayoría suficiente para que Pontevedra siga avanzando más rápido aún, o podría perfilarse una cierta paralización o incluso marcha atrás en el proceso de transformación del municipio". "La lectura de la encuesta de FARO da esas dos alternativas: o mayoría suficiente o cierta parálisis en el modelo", insiste Lores.

El cabeza de lista del BNG asegura que "nosotros tenemos unas buenas sensaciones y percibo ese ánimo de la gente, que quiere seguir avanzando, y mis percepciones son mejores que nunca, pero la encuesta tampoco vaticina una victoria por goleada". Por ello, lanza el mensaje "a los ciudadanos, en esta última semana, de que si queremos avanzar hay que apostar por el BNG, porque si no, hay riesgo de vuelta atrás".

También destaca los 5,9 puntos que le otorgan los electores: "La sociedad pontevedresa valora el trabajo hecho y quiere más, por lo que les pido que no se queden en casa y pelearemos hasta el último voto".

Por otra parte, la candidatura nacionalista expuso ayer su propuesta para modernizar la administración, un programa asociado a la "transformación" del municipio que propugna el BNG. Así, Lores señala que "resulta evidente que la sociedad pontevedresa se está adaptando a los nuevos tiempos en todos sus campos: en la gestión empresarial, en el comercio o en el tipo de cultura que consume y para una ciudad 4.0 innovadora, puntera, avanzada, que tiene prioridades distintas y demandas singulares, es necesario una administración que resuelva a ese nivel de exigencia".

Por ello, se apuesta por "un cambio sustancial de la administración". Para llevar adelante esta necesaria conversión y actualización de la maquinaria administrativa, el BNG aboga por "aprovechará la incorporación de nuevos espacios municipales (sede de Herreros, por ejemplo) para garantizar y mejorar las sinergias entre departamentos dando una respuesta adecuada y rápida a los vecinos".

"Queremos un salto adelante para evitar la vuelta atrás"

"Vamos a seguir trabajando para que no se pierda ningún voto. Estamos muy ilusionados, pero hay un cierto riesgo de vuelta atrás y nuestra alternativa es consecuente con la sensación que tiene una parte importante de la sociedad de que se ha avanzado mucho y ahora queremos un salto adelante. Si analizamos las propuestas de los demás, son de cierta vuelta atrás, poner trabas, cuando está muy clara la percepción ciudadana de que somos pioneros en muchos aspectos".