Los vecinos de Ons mantuvieron este fin de semana una nueva asamblea convocada por la asociación vecinal para tratar la polémica relativa a las condiciones de acceso y a la tarjeta identificativa para los isleños. Una reunión que concluyó sin acuerdo, más allá de mantener la exigencia de acceso libre, y el anuncio de la presidenta de la agrupación vecinal, María Jesús Otero Acuña, de su próxima dimisión. Una decisión que desvincula de la actual polémica y que relaciona con los 26 años que lleva en el cargo y sus responsabilidades familiares y empresariales. Acuña sí reconoce que la actual situación ha puesto de manifiesto la presencia de gente joven con ilusión y ganas de defender los derechos de los isleños, por lo que entiende que es el momento ideal para dar un paso al lado y dar el relevo.

La retirada no será inmediata, sino que primero se procederá a remitir una carta a todas las casas que forman parte de la asociación y a continuación se abrirá el pertinente plazo para la presentación de candidaturas y posteriormente las votaciones. En Ons hay 82 viviendas, de las que tres están en ruinas. De las 79 restantes, 62 están integradas en la Asociación Veciñal Illa de Ons, lo que da idea de la representatividad del colectivo.

María Jesús Otero Acuña dio a conocer sus intenciones en el tercer asunto del orden del día, al que se llegó después de muchas discusiones previas. El primer punto tenía como objetivo oficializar el apoyo de la asociación a la declaración institucional aprobada hace dos semanas por el pleno de la corporación de Bueu, en el que todos los grupos políticos reclamaban el acceso libre para los isleños y su circulo familiar y personal.

El segundo punto también suscitó un intenso debate, sobre todo tras conocerse esta semana que al menos 60 isleños ya cuentan con la tarjeta identificativa que permite acceder a Ons fuera del cupo general de visitantes. Esta cifra causó sorpresa ya que muchos vecinos defendían la necesidad de que nadie solicitase ese documento, como una especie de muestra de unidad ante la Consellería de Medio Ambiente. No obstante, la presidenta de la asociación vecinal también expuso las consecuencias de esta decisión. La más importante es que los vecinos de la isla que no cuenten con esta tarjeta identificativa no podrán beneficiarse de las condiciones de acceso especial previstas por la Xunta. Es decir, tendrían que comprar un billete de día igual que los de los visitantes y pasarían a formar parte del cupo general de 1.300 visitas diarias.

María Jesús Otero Acuña es también responsable de la naviera Nabia, que es una de las compañías que realiza viajes a los archipiélagos del parque nacional, y junto a ella estaba una persona del departamento técnico de la empresa. "En este sentido no tenemos otra opción, no es una decisión nuestra. Es una obligación de la Xunta, que cuenta con un sistema para controlar los billetes que despachamos y comprobar que no se venden de más", afirman.

La otra consecuencia es de carácter económico. El precio de los billetes a la isla es diferente para los isleños (10 euros) y para los visitantes (14 euros). Lo más probable es que todas las navieras reclamen a los vecinos la tarjeta identificativa para poder aplicar ese descuento. Desde Nabia aseguran que durante lo que queda del mes de mayo no se solicitará a los vecinos esta nueva identificación para aplicar la bonificación, pero a partir de junio avanzan que lo más probable es que "no tengamos más remedio" que hacerlo.