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El emisario submarino no avanza por carecer de la concesión de Costas pedida hace un año

Esta segunda canalización bajo la ría desde la depuradora de Placeres no puede licitarse sin ese permiso -Augas de Galicia apela a la amenaza de multa de la UE para agilizarlo

En diciembre los vecinos tuvieron que retirar las cruces por orden de Costas. // Rafa Vázquez

Con la obra de mejora de la depuradora de Placeres ya encauzada y con nueve ofertas sobre la mesa para comenzar los trabajos a finales de este año, Augas de Galicia se topa en estos momentos con un obstáculo para seguir adelante con sus planes de saneamiento de la ría. Otro de los pilares de este programa es la ejecución de un segundo emisario submarino para canalizar las aguas residuales tratadas por la depuradora, pero este proyecto, valorado en diez millones de euros, se encuentra, a día de hoy, paralizado.

La razón: carece de la imprescindible concesión de Costas para utilizar terrenos marítimo-terrestres en los que ubicar la cámara de carga, un edificio que se diseña en terrenos colindantes a la actual planta, muy cerca del antiguo campo de fútbol de Placeres, pero fuera de la concesión actual.

En mayo de 208 Costas regularizó la situación de la actual depuradora al otorgar una concesión sobre la parcela que ocupa y fue entonces cuando Augas de Galicia solicitó la autorización para este segundo emisario submarino, pero por el momento no ha llegado. Este retraso impide licitar, adjudicar y ejecutar una canalización diseñada en septiembre de 2017 con 3,6 kilómetros de longitud y diez millones de presupuesto.

Ante la más que posible situación de que este proyecto no pueda comenzar este año, Augas de Galicia apela a la amenaza de una multa millonaria por parte de la Unión Europea por la contaminación de la ría para instar a Costas a agilizar ese permiso y confía en que precisamente la conformidad de Bruselas con el plan elaborado con la Xunta lleve al Gobierno central a no poner objeciones a su ejecución. Además, el actual periodo electoral no contribuye agilizar el proceso.

Hace unos meses, la propia Costas amenazaba a los vecinos de Placeres con una multa por la instalación de unas cruces en el antiguo campo de San Andrés, en terrenos marítimo-terrestres. Las cruces, colocadas para simbolizar el rechazo vecinal a la ampliación de la depuradora, tuvieron que ser retiradas.

Por su parte, en enero pasado ya se registró un enfrentamiento dialéctico entre Augas de Galicia y el delegado del Gobierno cuando Javier Losada apeló a la necesidad de realizar un estudio exhaustivo de la situación de la ría antes de acometer el plan de saneamiento.

La Xunta recordó entonces "la necesidad de iniciar con urgencia las actuaciones planificadas para sanear la ría de Pontevedra, cuyas aguas se encuentran en serio riesgo por las deficiencias del sistema de saneamiento y depuración". También subrayó que "en los últimos años la Xunta trabajó intensamente en la realización de un estudio en profundidad de la ría de Pontevedra y ahora hace falta que todas las administraciones demuestren responsabilidad para afrontar el saneamiento y garantizar la buena calidad de las aguas". Insistía en la "urgencia" porque "así lo exige la Unión Europea, que ha abierto un expediente sancionador por el incumplimiento de la Directiva Marco del agua en esta ría, asunto que debería preocupar al Gobierno central".

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